El mes pasado me expresé en términos positivos acerca de las oportunidades de desarrollo de las empresas españolas de energías renovables en mercados exteriores y más concretamente en los Países en Vías de Desarrollo. Y lo confirmo, ese mercado tiene un enorme potencial.
Viajo bastante por el extranjero, pero por el momento vivo en España. Leo los periódicos y revistas españoles, escucho las emisoras de radio y también veo la televisión de cuando en cuando. Y claro, el aludido optimismo se ve seriamente afectado por la realidad opresiva de un país en el que el lobby energético convencional no ceja en su empeño de destruir todo lo que tenga que ver con nuestro sector.
¿Cuántas veces se puede quedar uno perplejo leyendo artículos con argumentos falaces y, muchas veces, simplemente falsos? Muchas, sí, lo cual genera una gran impotencia y lleva, inexorablemente, al desánimo.
Mientras escribo estas líneas se está inaugurando Genera 2013. El año pasado, como solía ser habitual, estuvo oficiando el Ministro, recién entrado en aquel momento y muy nefasto para el sector sr. Soria, gran fan del supuesto petróleo canario. Este año, la cosa ha bajado de categoría y ha asistido de representante máximo del Gobierno un señor que carece de interés por estos temas y que, muy a su pesar, dirige con más pena que gloria lo que queda del IDAE. Al sr. Fidel Pérez no le interesan un pimiento las energías renovables y no se corta en decirlo.
¿Qué podemos esperar? Nada de lo que está pasando es por casualidad. Responde a un plan de “exterminio” de un sector que ha desarrollado tecnologías e industrias que hace años eran algo costosas pero que supimos apoyar para que precisamente dejaran de serlo. Y ahora que ya son competitivas, gracias a mucho esfuerzo e inversión pública y privada, todas las conocidas ventajas que ofrecen son una amenaza real al sistema energético actual y al que las grandes compañías nos pretenderán imponer en el futuro. Así que hay que acabar con ellas.
Los integrantes del fortísimo lobby de las energías convencionales están sólidamente unidos y organizados para extender sus potentes argumentos, cada vez con más intensidad, precisamente porque son conscientes de nuestro potencial. Y no lo pueden permitir. Hasta el sr. Rajoy aludió en su discurso del debate del Estado de la Nación al déficit tarifario, faltando sin sonrojo a la verdad, pero ahí queda. El Gobierno está a las ordenes de las grandes compañías energéticas, que hacen y deshacen a su antojo. Por cierto, les recomiendo que vean los resultados económicos de nuestras “pobres” grandes compañías energéticas. Para ellos no hay crisis.
En cualquier caso, como podemos ver a diario, aquí mentir, robar y alterar las cosas y las situaciones en beneficio de unos pocos está a la orden del día y sale gratis. Se llama corrupción y es muy popular en España.
