Hace exactamente cuatro años, aprovechando la generosa válvula de escape que significa escribir estas líneas cada mes, hacía referencia a la nostalgia de lo que habíamos vivido unos años antes, en la corta pero intensa época en la que las energías renovables estaban de moda en España y florecían empresas, exportábamos
productos y conocimiento.
Será el otoño el que me inspira estos sentimientos melancólicos pero es que después de asistir a la “gran” conferencia de Ciudad del Cabo a primeros de octubre, me doy cuenta de que tengo una tendencia natural al optimismo que la realidad se empeña en rebajar de forma notable y sistemáticamente.
Antes de ese evento compartía con vosotros la esperanza de que los cambios globales, que sí que se van dando año a año, tuvieran un impacto relevante en nuestro país. Pues va a ser que no. Al menos para una gran par te de la gente que seguimos peleando en este sector. Lo del “Solar Smar t” confieso que me despistó.
No se si alguien se habrá leído la declaración de nueve páginas de Sairec. Yo si, para comprobar que la sugerencia que envié no ha sido reflejada. En ella hacía referencia directa a la necesidad de eliminar las trabas gubernamentales al uso de las renovables. (ja,ja,ja).
Aparte de mi amiga Marisa Olano, infatigable representante del IDAE, no creo que hubiera nadie mas del gobierno español en Sudáfrica influyendo en la redacción de ese prolijo texto.
Pero, ¿Que mayor influencia que la de su nuevo decreto, del llamado autoconsumo eléctrico?, publicado justo después de la Conferencia. Obras son amores y no buenas razones. Para deleite, una vez más de Unesa. Por cierto, el Sr. Montes sigue con su cruzada pro nuclear y anti renovable. Será feliz. Espero que algún día sus nietos se lo demanden. Hablando de familiares, el Sr. Rajoy parece que se ha alejado de su primo el meteorólogo y ya es un convencido de la realidad del cambio climático originado por las emisiones que, por cierto, seguimos lanzando sin freno a la atmósfera desde el territorio patrio, pero, como Montes, nuestro presidente se congratula de que España esta “cumpliendo” con sus compromisos de emisiones y se quedan tan panchos. ¡Mi enhorabuena al sólido lobby del carbón! Con estos no pueden ni los de Podemos.
En Sudáfrica me encontré con el bueno de Luis Crespo. Luis, que sigue peleando a muerte por la termosolar desde su puesto en Estela, y que es mucho más optimista que yo, me decía que este decreto durará lo que dure el actual gobierno y que será lo que tarden en celebrarse las elecciones. Y que el nuevo Gobierno permitirá el autoconsumo a tutiplén.
Doble optimismo bajo mi punto de vista, pero espero que tenga razón y que el 2016 suponga un gran avance en todo. Ahora bien, yo sigo melancólico, nostálgico y ¿por qué no decirlo? ¡De muy mala leche!