La señora Báñez muy recientemente definió la emigración de nuestros jóvenes como movilidad exterior. Y lo adornó con los innumerables beneficios que conlleva la experiencia de conocer nuevos países, culturas, sectores empresariales, etc. La realidad que obvia es que esta decisión, en muchos casos, se toma porque es la única salida. No la que se desearía. En cualquier caso aplicar esta movilidad a 6.202.700 personas lo veo complicadillo.
A los profesionales de sector de las energías renovables, entiendo que no más que otros, pero si tanto como al primero, nos duele especialmente el imparable crecimiento del desempleo. No porque tengamos más derecho que otros al trabajo, sino porque sabemos muy bien que las energías renovables aportan y aportarán en los próximos años muchísimos puestos de trabajo en el mundo. De hecho está siendo así.
En 2012 han creado aproximadamente 726.000 nuevos puestos de trabajo en todo el mundo. La Unión Europea ha contribuido modestamente con 62.000. Esta cifra se ha visto mermada, entre otras cosas. por la dramática pérdida en España de 16.000 trabajadores de la industria fotovoltaica y 27.000 de la eólica.
Lógicamente vamos abandonando los puestos de liderazgo a una velocidad nada comparable a la de los largos años de esfuerzo que nos llevaron a ser un país de referencia en el mundo.
La señora Báñez sabe que uno de los países a los que nuestros jóvenes, y no tan jóvenes, van en busca de empleo es Alemania. Allí trabajan 378.000 personas en este sector, a pesar de la crisis y de los movimientos en contra. Crisis que no les ha impedido alcanzar en 2012 la impresionante cifra de 32,6 GW acumulados de instalaciones fotovoltaicas, aproximadamente una tercera parte de los más de 100GW que se han instalado ya en todo el planeta. Una cifra que demuestra que la energía solar fotovoltaica no es una herramienta de especulación financiera, tal y como la han condenado los perversos, y muchas veces ignorantes enemigos de todo aquello que pueda perjudicar al poderoso lobby energético español.
Pero es que de eólica se han instalado en 2012 más de 44 GW, lo que eleva la cifra hasta casi 300 GW. Y las previsiones para 2013 mejoran estos datos globales, lo que me lleva a las siguientes conclusiones:
Las Renovables, todas ellas, siguen creciendo de forma imparable porque, aparte de ser competitivas, aportan las ventajas que todos conocemos, entre ellas una muy importante: la creación de empleo.
En España necesitamos, al menos, parar la hemorragia y volver a crear empleo. Eso dice doña Fátima, pero no dice cómo. Pues se lo digo yo: hable con el Sr. Soria y cuéntele que sería muy bueno para todos los españoles. Bueno, está claro que para algunos no tanto. Pero con el tiempo sus nietos nos lo agradecerán.