El pasado 5 de mayo, a las 11 de la noche se desconectó el reactor número 3 de la central nuclear de Tomari. En ese momento se culminaba el proceso que ha dejado fuera de funcionamiento 54 instalaciones que suponían aproximadamente el 30% del suministro eléctrico de ese país. Un porcentaje similar, hasta antes de la catástrofe de Fukushima, del que tenían el carbón y el gas, que ahora han visto incrementada su participación.
En cualquier caso es sorprendente que en solo un año hayan sido capaces de asumir la “parada nuclear” y sobreponerse a las terribles consecuencias del maremoto, pudiendo atender a la demanda eléctrica de su población y sus industrias y permitir un crecimiento del PIB un 4,1% superior entre enero y marzo al mismo periodo del año pasado (que, lógicamente, estuvo muy afectado por las circunstancias). Las exportaciones han aumentado un 2,9 % respecto al mismo periodo, lo cual es muy significativo.
Es inevitable relacionar este escenario con los argumentos utilizados en nuestro país para justificar la revocación del cierre de la pequeña y vieja central de Garoña. Afortunadamente los planes de Japón para sustituir a la nuclear no se basan solo en las fuentes convencionales. Se está diseñando un ambicioso plan de EERR favorecido por la creciente competitividad de las tecnologías y su facilidad para conectarse en un corto espacio de tiempo. Supongo que por esta razón, en los últimos meses han sido varias las delegaciones japonesas, vinculadas al mundo de la energía y su regulación, que han visitado España, como país avanzado en la integración de energías renovables.
Han visitado organismos como el IDAE y empresas como REE e instituciones como la Fundación de Energías Renovables, con el propósito de aprender de nuestras –buenas y malas – experiencias. Red Eléctrica, y más concretamente su Centro de Control de EERR, como muy bien escribe su flamante nuevo presidente, José Folgado en su Informe Anual 2011, es un referente mundial y una parada obligatoria en delegaciones similares de todo el planeta. Es bueno saber que podemos aportar algo a los japoneses en su nueva visión para un mercado que es más de tres veces el de España (1.000TWh vs. 255TWh) y una lástima que nuestras perspectivas de crecimiento en España sean pesimistas.
Y es importante recordar que habiendo sido líderes en prácticamente todas las tecnologías y haber ayudado a desarrollar muchos mercados internacionales, gracias al impulso interno, poco a poco nuestras industrias se estén viendo seriamente amenazadas. Pero atención, las EERR siguen creciendo en el mundo a pesar de la cacareada crisis. O quizás para ayudar a combatirla. El año pasado se conectaron 27,65 nuevos GW en instalaciones fotovoltaicas y 41,2 GW de eólica. De ellos, 18GW sólo en China , que ya acumula 62,7GW. Es decir, más del doble que en Alemania y casi tres veces España.
Por cierto, Japón ha instalado en 2011, 1.100 MW de la “maldita” fotovoltaica, habiéndose situado ya por encima nuestro en potencia instalada con 4.700MW frente a los 4.200MW que nos sitúan en el cuarto puesto junto a EEUU, que ha superado los 1.600MW el pasado año. ¡También fuimos referente para los norteamericanos! ¿Será pronto Japón el ejemplo? Capacidad y decisión no les falta.