El año pasado hablé en mi artículo de la “Cumbre” de Abu Dabi y de la presencia institucional española. Poco ha cambiado desde entonces. No diría que a peor, porque es difícil y porque además, aunque no representando a España, participó en el acto de apertura nuestro controvertido comisario, el señor Arias Cañete.
Lo que desde luego no ha ido a más es la presencia de nuestro sector de energías renovables. O lo que queda de el. Saludé a un joven y atento empleado de Abengoa, Antonio Jiménez, en el importante stand situado en la exhibición que se celebra esa semana en paralelo a las conferencias.
Estoy refiriéndome a la par te de energía, porque también hay otra conferencia y exhibición en el mismo lugar y tiempo en torno al tema del agua, que no pude ver, y donde espero que nuestras empresas si hayan tenido una presencia más relevante. Me estoy refiriendo a este tema de las empresas porque me llamaron la atención las áreas colectivas de países como Suiza, Escocia, Canadá y Bélgica. Nada extraña la presencia de Alemania (Siempre Alemania), USA, China, Francia e Italia. Pero sonora es la ausencia de España. ¿O era tan pequeñita que no la vi?
He participado en numerosas ferias y viajes organizados por el ICE X y me consta de su gran interés en apoyar a las empresas españolas y ayudarlas a desarrollarse en el extranjero. Pero claro, al menos hace falta que exista la voluntad por parte de las empresas y una cierta masa crítica.
Y aprovecho para confirmar esto porque el próximo 5 de marzo el ICEX ayudará a mi asociación, la Alianza para la Electrificación Rural (www.ruralelec.org), a organizar por primera vez fuera de Bruselas nuestra conferencia sobre la situación del mercado, los programas internacionales de financiación y el estado del arte de las tecnologías renovables aplicadas a la electrificación aislada.
Tengo la esperanza de que asistan y participen muchas empresas españolas que aún no han considerado la posibilidad de lanzarse a este enorme mercado potencial y que podamos encontrar en el ICEX el apoyo suficiente para que en las próximas ferias de energía renovable nunca falte un pabellón español.
Soy muy consciente, de hecho lo he sufrido en carne propia, del enorme e injusto castigo infringido a nuestro sector en España, pero hay que seguir luchando en todos los frentes. Y este, el de la electrificación rural, va a ser más grande que el de conexión a red en muy pocos años. Aparte de la capacidad de desarrollo tecnológico y comercial de nuestras empresas, hay factores coyunturales que juegan a nuestro favor, como la bajada del euro o la decidida apuesta de la Comisión Europea.
Una vez hecha mi proclama y mi invitación a la conferencia del día 5 (publicaremos los detalles en ER), sólo me queda desearos buena suerte y mucho ánimo en este año 2015.
Creo que muy mal se tiene que dar para ser peor que el 2014.