Modvion ha instalado recientemente una torre eólica de madera, de 150 metros, cerca de Gotemburgo (suroeste de Suecia). Sostiene un aerogenerador de 2 megavatios y está suministrando suficiente energía limpia para abastecer, aproximadamente, a 400 hogares, según publica Euronews.
El acero, el material más común en las torres de las turbinas eólicas, se está usando por su resistencia y durabilidad. Pero a medida que las torres se vuelven cada vez más altas, la logística para colocarlas se hace también más compleja. Como explican desde Modvion, “las altas torres de acero requieren refuerzos adicionales para soportar su propio peso y las enormes piezas de metal son pesadas y difíciles de transportar”. Por el contrario, sus torres laminadas de madera se fabrican a partir de módulos que son fáciles de apilar en camiones y no necesitan refuerzo, aseguran.
Con una buena relación resistencia-peso, estas torres pueden ensamblarse con una grúa pequeña antes de ser elevadas a su lugar. También pueden unirse con pegamento, en lugar de los miles de pernos necesarios para las torres de acero, que, además, requieren inspecciones regulares. Una capa de pintura impermeable los protege de los elementos. En cuanto al coste, según Modvion, sus torres de madera resultan menos costosas a largo plazo que las de acero y están libres de la fluctuación del precio de este material.
Hasta ahora, la compañía sueca ha instalado torres de madera en tierra. Pero con algunas adaptaciones, dice que también podrían usarse en alta mar. En teoría, las torres de madera podrían alcanzar enormes alturas, de incluso 1.500 metros, si bien la demanda actual se encuentra más cerca de los 150-200 metros.
Un 90% menos de emisiones
Las emisiones del ciclo de vida de una turbina eólica de acero de 110 metros de altura rondan las 1.250 toneladas de CO2, según Modvion. La construcción de las suyas de madera un 90% menos. En concreto, estiman que el uso de torres de madera reduce las emisiones de los parques eólicos en, aproximadamente, un 30 por ciento por kWh. Otra ventaja es que cuando necesitan ser desmanteladas, las torres de madera pueden tener una nueva vida como vigas de alta resistencia para la industria de la construcción, reduciendo aún más su huella, mantienen.
Se necesitan entre 300 y 1.200 metros cúbicos de madera por torre. La empresa utiliza abeto escandinavo de bosques gestionados de manera sostenible, donde el crecimiento supera la tala, concluyen.