Los países miembros de la Unión Europea debaten hoy la propuesta de la CE relativa a las medidas proteccionistas sobre las importaciones de acero de la UE. Y, el próximo viernes, la Comisión votará (decidirá) sobre el alcance de esas medidas, que regularán las importaciones hasta el mes de julio de 2021. Las restricciones europeas -recuerda WindEurope- fueron respuesta a las medidas que en el mismo sentido aplicó la Administración Trump en marzo de 2018. La Comisión Europea estableció una primera serie de medidas de respuesta en julio del año pasado. Lo que la CE ha hecho durante estos meses es, grosso modo, establecer una cuota de entrada de acero a partir de la cual la importación está gravada. La propuesta ahora es elevar esa cuota un 5% cada año en cada categoría de acero hasta 2021. Grosso modo, los volúmenes de importación se establecerán en función de un sistema mixto de contingentes arancelarios globales y específicos para cada país.
Y lo que viene a plantear la asociación europea de la industria eólica es que ese +5% es "muy escaso". Esa es la expresión que ha empleado el presidente de WindEurope, Giles Dickson: es positivo -ha dicho- que la Comisión haya optado por un incremento anual del 5%, "pero un 5% es muy escaso, pues prevemos un crecimiento de la demanda de acero -solo para el sector eólico marino- del 36% en este ejercicio, 2019". Desde la asociación se alerta además sobre el riesgo que hay de que el sector eólico entre en guerra por el acero con otros sectores que también lo utilizan en sus procesos productivos, algo que puede ser muy negativo de cara al cumplimiento de los Objetivos Renovables UE 2030, recién aprobados.
"Si tenemos que pagar aranceles sobre nuestras importaciones de acero, el precio de la energía eólica crecerá", ha dicho Dickson, que ha dado dos números muy concretos: (1) más del 50% de un aerogenerador es acero y (2) los aranceles "podrían encarecer el precio de las turbinas hasta un 18%, lo cual significa -ha añadido el presidente de WindEurope- que alcanzar el objetivo de energías renovables del 32% en la Unión Europea en el año 2030 le costará a la sociedad más de lo necesario. Además, todo ello situaría a la industria europea en desventaja con respecto a sus competidores chinos, que pueden abastecerse de acero puertas adentro a precios mucho más bajos. Por todo ello, pedimos a los estados miembros y a la Comisión que acuerde un incremento anual mayor que ese 5% cuando voten el próximo viernes".