Con esta decisión, Vestas se convierte en el primer fabricante de aerogeneradores en comprometerse a no generar materiales de desecho. Ese objetivo se logrará implementando una nueva estrategia de gestión de residuos e introduciendo un enfoque de economía circular en las diferentes fases de su cadena de valor: diseño, producción, mantenimiento y final de vida útil, según anuncia la compañía.
"Establecer un objetivo tan ambicioso de reducción de residuos es primordial para garantizar un mundo mejor a las generaciones futuras", subraya Anders Vedel, vicepresidente ejecutivo de Vestas Power Solutions. “Liderar la industria eólica no es suficiente para combatir los desafíos que enfrentamos hoy. Si queremos encabezar la transición energética, debemos ser un ejemplo y hacerlo de manera más sostenible. Esto implica hacer que la sostenibilidad sea parte de todo lo que hacemos”.
"Como el mayor proveedor mundial en energía eólica, Vestas tiene la responsabilidad de eliminar los desechos de su cadena de valor", comenta el director de Operaciones interino de Vestas, Tommy Rahbek Nielsen. “La energía eólica continuará creciendo rápidamente, por lo que los enfoques conservadores deben quedar atrás”, añade.
Acabar con los desechos industriales
Hoy, los aerogeneradores de la compañía son, en promedio, reciclables al 85%. Sin embargo, las palas y los hubs de las turbinas están compuestos actualmente por materiales no reciclables.
Para aumentar la tasa de reciclabilidad de las palas, hubs y góndolas, Vestas considerará todos los aspectos del ciclo de vida de la turbina. Como primer paso, se introducirán objetivos incrementales para los hubs y las palas, desde el 44% de reciclabilidad actual al 50% en 2025 y al 55% en 2030.
La nueva estrategia incluirá medidas para optimizar la sostenibilidad en fábricas como la de Vestas en Daimiel (Ciudad Reañl), que en la actualidad produce la V150, una de las palas más grandes del mundo con 73 metros de largo.
“En los próximos años, la fabricación de palas va a ser un foco de atención prioritario en la nuestra estrategia de cero-residuos. Es un reto ambicioso para Daimiel y va a suponer cambios significativos en nuestra mentalidad productiva. Nos alegra formar parte de esta transición en beneficio del medio ambiente”, destaca el director de la fábrica de Vestas en Daimiel, Roberto Meiriño.
También se pondrán en marcha varias iniciativas diseñadas para la gestión de palas después del desmontaje. Estas acciones incluirán la adopción de nuevas tecnologías de reciclaje óptimas para materiales compuestos, como el reciclado de fibra de vidrio o la recuperación de piezas de plástico. Vestas también implementará un nuevo proceso para el desmontaje de palas, ayudando a sus clientes a reducir los desechos que se envían al vertedero.
Los desechos industriales son una amenaza creciente para nuestros ecosistemas y para la salud global. Se estima que cada año se recogen 11.200 millones de toneladas de desechos sólidos, lo que supone un grave riesgo para el agotamiento de recursos y la contaminación del aire, el agua y el suelo. Estos desechos representan, además, el 5% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. Sólo los desechos generados por palas eólicas podrían alcanzar los 43 millones de toneladas acumuladas en 2050.