El sector eólico español considera necesario establecer las palancas esenciales para ayudar a generar el cambio necesario de re-industrialización de la economía española, velar por los sectores industriales estratégicos con cadena de suministro propia como ‘proyecto país’ y activar la creación de la nueva industria energética, donde la hibridación, el almacenamiento y el hidrógeno cobran protagonismo.
Así lo ha defendido Juan Diego Díaz, quien ha señalado en la inauguración del evento que la eólica es vital para contribuir a la recuperación económica del país. "Velar por su cadena de valor debe ser una prioridad”, ha destacado el presidente de AEE.
La eficacia de la subasta
Respecto a la subasta de renovables del pasado 26 de enero, en la jornada se ha puesto de relieve el interés que despertó y las "múltiples estrategias de participación de los actores en la subasta". Pero hay coincidencia en que la eficacia de la subasta vendrá determinada "por la ratio de proyectos realmente ejecutados en el plazo asignado junto con el impacto positivo que genere en la cadena de valor".
"Las subastas son una herramienta que ayuda a mantener una velocidad de incremento de las renovables, pero es indispensable diseñarlas para extraer los mayores beneficios para la economía, bajo la premisa de que los productos que proporciona cada tecnología no son directamente comparables entre sí", dijo el presidente de AEE. Y defendió que "las subastas aun teniendo ese efecto de visibilidad y tracción del mercado, deberán convivir con otros esquemas de retribución para cumplir con los objetivos del PNIEC".
En esta línea, señaló que el avance de la eólica anual debería estar en torno a los 2.200 MW para poder alcanzar los 50.333 eólicos instalados en 2030. “Garantizar un ritmo de avance anual de los proyectos es imprescindible para evitar tensiones en la cadena de suministro”, dijo Juan Diego Díaz. Está previsto una segunda subasta este año con un cupo de potencia mínima para la eólica de 1.500 MW, que el sector eólico espera sea superior.
Respeto a los riesgos que enfrenta el sector, destacó la necesidad de establecer los mecanismos adecuados para avanzar de forma sostenida, cuidando a la vez de la cadena de valor industrial. "Con el incremento de la potencia eólica y la cobertura de la demanda de electricidad que ofrece, se nos asigna una responsabilidad principal para nuestra sociedad, en un entorno de oportunidades, pero también retos. La mejora continua de las herramientas que se utilicen será la clave del éxito”, indicó.
El papel del mercado eléctrico
Carmen Becerril, presidenta de OMEL, analizó en su intervención el papel del mercado eléctrico y la previsible evolución que va a sufrir, partiendo de la premisa de que el diseño de mercado marginalista está asumido por los países europeos, pero contando con la necesidad de potenciar otros esquemas como los mercados a plazo, para ofrecer escenarios de menos fluctuaciones y mayor previsibilidad a los precios.
"La flexibilidad será una condición indispensable para el funcionamiento de los mercados eléctricos en el futuro, donde habrá una mayor penetración de las renovables. OMEL participa en proyectos de innovación en este sentido. Reconocemos hoy más que nunca el papel fundamental que ha jugado la eólica para permitir llegar a día de hoy con la realidad actual de las renovables en nuestro país, y el papel que jugará a 2030, siendo uno de los principales valores de nuestro sistema", dijo Becerril.
La jornada, que cuenta con la participación de más de 200 profesionales de las principales empresas del sector, continuará mañana con temas como los nuevos modelos de financiación y PPAs, los mercados regulación y de balance, los nuevos mercados emergentes, o la hibridación de tecnologías con base eólica, junto con el almacenamiento. Energías Renovables participa como media-partner del evento, que se puede seguir en Twitter con el hashtag #EólicayMercados.