La compañía alemana TimberTower asegura que cada una de sus torres de madera de cien metros de altura ahorra 300 toneladas de acero. Además –añade este fabricante–, la apuesta por la madera beneficia a las empresas forestales del entorno y exige –la fabricación de cada torre– un consumo "significativamente menor de energía", por lo que también ahorra en emisiones. TimberTower solo emplea maderas "con sello FSC o PEFC", que son los dos sellos internacionales que certifican que la madera ha sido extraída de modo sostenible (Forest Stewardship Council y Programme for the Endorsement of Forest Certification, Programa de reconocimiento de Sistemas de Certificación Forestal).
Según TimberTower, fabricante que cuenta con socios alemanes y austríacos, sus torres reúnen todos los requisitos exigidos por la normativa en materia de "seguridad, certificación, mantenimiento y protección contra incendios". La empresa asegura que las dimensiones y el diámetro de los cimientos que necesitan sus torres son idénticas a las de las torres de acero y que la vida útil de una torre TimberTower alcanza los cuarenta años. Las torres son construidas con piezas que son ensambladas in situ, lo cual hace posible su transporte en medios convencionales (camiones y contenedores típicos de cuarenta pies). La torre de madera erigida en Hanover sostiene una turbina Vensys de 1,5 MW que pesa casi cien toneladas.