La medida ha sido elaborada por un comité a instancias del parlamento que aprobó, el pasado mes de septiembre, la legislación relativa a la tarifa. Dicha legislación obligaba a la creación de una regulación que incentivase las energías renovables para reducir la dependencia de la energía nuclear después de la catástrofe de Fukushima, y asimismo de los combustibles fósiles. El cierre del medio centenar de reactores nucleares del país tras Fukushima ha aumentado esta dependencia de un 60% a un 90%.
La regulación también se extiende a la energía solar fotovoltaica, con una tarifa de 42.000 yenes/MWh, así como a la geotérmica, con una tarifa de 27.300 yenes/MWh para las grandes instalaciones y 42.000 yenes para las pequeñas. Con todo, la tarifa podría incentivar nuevas instalaciones renovables que sumen más de 30 GW en los próximos 4-6 años, más de cuatro veces la cifra actual (6,5 GW). No obstante, la nueva regulación no especifica una cifra en este sentido. Otro elemento que no queda claro es la prioridad que se va a dar al acceso de la eólica a la red. Casi todos los países con tarifas y primas especiales para la eólica dan prioridad de acceso a la red a las energías renovables, casos de España, Alemania, Portugal y Dinamarca. No obstante, de momento, la nueva regulación japonesa solo obliga a los distribuidores eléctricos a comprar toda la energía vertida a red durante los primeros tres años, según Windpower Monthly. Aún queda por ver cómo se resuelve el tema de la prioridad a red a partir de entonces. [Foto: Japan Wind Power Association].