El fabricante de aerogenerados Siemens-Gamesa eliminará en los próximos tres años hasta 6.000 puestos de trabajo en 24 países, tal y como ha hecho público la compañía en un comunicado. Hasta ahora, se habían anunciado 700 despidos (que están incluidos en ese total de 6.000). Las conversaciones con los representantes de los trabajadores comenzarán "de inmediato". La decisión, dicen, servirá para agilizar y simplificar su estructura, con el objetivo de tener sólo una tecnología por segmento de mercado (onshore y offshore) en 2020.
"Nuestros resultados aún no están en el nivel que buscamos... La integración avanza más rápido de lo previsto y estoy seguro de que las decisiones que estamos tomando nos permitirán responder mejor a las condiciones del mercado y a las necesidades de nuestros clientes y accionistas", ha dicho el consejero delegado Markus Tacke.
A mediados de octubre, Siemens–Gamesa había sorprendido negativamente con una advertencia sobre beneficios ("profit warning"). Motivada, según la empresa, por amortizaciones en inventarios, sobre todo en Estados Unidos y Sudáfrica. Luego movió algunas fichas en su cúpula directiva y tanto el jefe de Finanzas como el gerente del sector de turbinas marinas tuvieron que irse.
Esta no es la primera desilusión para Siemens–Gamesa después de la fusión: la empresa ya había presentado unos resultados discretos para el tercer trimestre. El beneficio antes de intereses e impuestos (EBIT) del año comercial terminado a finales de septiembre cayó un 18% hasta los 774 millones de euros. La facturación aumentó un 5% hasta cerca de los 11.000 millones de euros, aunque la segunda mitad de año fue claramente peor que la primera. En el cuarto trimestre, la empresa tuvo incluso números rojos, con pérdidas de 147 millones de euros. Siemens tiene una participación del 59% en la empresa.