En España hay instalados más de 25.000 aerogeneradores de 45 modelos diferentes. En 2020 más de la mitad habrán superado los 15 años de funcionamiento. Pero todo apunta a que seguirán produciendo energía limpia muchos años más. El sector ha asumido que los parques eólicos pueden alargar su vida útil. Y que hasta es posible alargarla mucho. Pero para hacerlo, espera saber a qué hay que atenerse.
Lo decía en la inauguración Rocío Sicre, presidenta de AEE. “Mantener la capacidad de generación eólica en las mejores condiciones es vital para la salud del mix energético de nuestro país con una senda de precios competitiva y para el cumplimiento de los objetivos europeos a 2030”. Aparte de la nueva potencia que se está construyendo, el debate en el sector gira siempre en torno a la misma pregunta: ¿alargar la vida util o repontenciar? “La estabilidad y regulación facilitarán la toma de decisión empresarial por la extensión de vida o la repotenciación, por lo que es importante que se sienten las bases para que este mercado despegue en España” ha apuntado Sicre.
“El objetivo del sector eólico de dar respuesta a una necesidad real en el medio plazo ha estimulado a fabricantes de componentes e industria a avanzar en el desarrollo de tecnologías innovadoras que garanticen la extensión de vida de los parques existentes en España y en el mundo” señala la presidenta de AEE.
Pero la regulación es clave y lo señalan todos. Joseba Ripa, responsable de Desarrollo de Negocio en España y Latinoamérica de UL Renovables decía hoy en los pasillos que “más allá de las soluciones tecnológicas que puedan preparar los tecnólogos o los proveedores independientes para hacer esa extensión de vida, la clave es que la administración ponga sobre un papel en qué condiciones los propietarios de los parques pueden hacer inversiones para alargar la operación de sus activos con garantías. Esas decisiones no se han tomado aún y los proyectos de extensión de vida siguen paralizados”.
En este sentido, Galo Gutiérrez, director general de Industria y de la Pyme del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, que ha participado en la inauguración de la jornada, ha señalado que “la Dirección General de Industria y Pyme, dentro del marco estratégico 20/30 que está preparando el Ministerio, está trabajando en un borrador de Agenda Sectorial de la Industria Eólica que recoge medidas y actuaciones a medio plazo con el fin de mejorar la competitividad y la capacidad productiva del sector eólico y del sector industrial que se dedica a fabricar las estructuras y generadores que demanda la eólica”.
Entre los retos tecnológicos que se han puesto hoy sobre la mesa destacan el incremento de producción de los parques existentes y las soluciones de bajo coste, las mejoras del mantenimiento y las mejoras operativas de los parques, la operación como elemento diferencial entre extensión y repotenciación, soluciones específicas para la mejora de la transmisión y los sistemas de control del paso, así como las implicaciones en la gestión empresarial para extender la vida útil de los parques.
Aviones y drones
La referencia a la extraordinaria vida útil de algunas aviones ha llegado por boca de Pedro Muñoz, director de Ingeniería de Aeroblade. “Es posible extender la vida de estas máquinas mucho más allá de lo que inicialmente se había imaginado. Entre otras cosas porque se ha llegado a conocer bastante bien la fatiga de materiales y componentes”, ha dicho. “Ahora podemos saber, por ejemplo, de qué manera se propagan las grietas antes de que su efecto sea catastrófico”. Muñoz también ha hablado de una diferencia entre el sector aeronáutico y el eólico. En el primero “la navegabilidad continuada parte de unas exigencias acordadas entre la propia industria y las administraciones para garantizar la seguridad en todo momento y evitar daños que en la aviación serían catastróficos. La eólica no tiene esas exigencias”.
Carlos Bernabéu, director de Arborea Interllbird, una compañía participada por Iberdrola, también ha hablado de máquinas voladoras, pero en este caso drones utilizados para la inspección de palas. “Hay problemas muy importantes en partes estructurales de las palas que son difíciles de ver. Son la parte del témpano que está bajo el agua”. Iberdrola ha inspeccionado 2.100 palas en parques de distintos países. “Un 15% de esas palas están en una situación preocupante, no creemos que lleguen a 20 años de vida útil. Son problemas en raíz, en punta, problemas de encolado… Pero ahora al menos cabemos cuáles son. Y podemos gestionarlos”.
Los drones toman imágenes térmicas sobre las que se aplica inteligencia artificial. “A veces son palas que tienen una apariencia magnífica pero sabemos que si no se actúa van a durar muy poco. El trabajo de los drones nos ayuda a poner los recursos de mantenimiento en las palas que lo necesitan, lo que supone un importante ahorro de dinero”, explica Bernabéu. “La dirección técnica de Vestas ha validado este procedimiento”, añade.