Los trabajos de Sener abarcarán desde la supervisión de la fabricación de las plataformas flotantes hasta el análisis de viabilidad técnica del montaje de los aerogeneradores, pasando por la prestación de la asistencia técnica en la monitorización de la planta.
En palabras del director de Renovables en Sener, Miguel Domingo, “Cobra y Sener buscan con esta colaboración trabajar conjuntamente en la reducción de costes para futuros parques eólicos flotantes, ya que consideramos que esta configuración es la más apropiada para cualquier ubicación con buen recurso eólico y donde la profundidad no permita una cimentación convencional”.
La propiedad mayoritaria de Kincardine Offshore Windfarm Limited (KOWL) es de la empresa española Cobra Wind International. La instalación del primer aerogenerador del proyecto, la turbina de 2MW, se completó con éxito el verano de 2018 por Bourbon Subsea Services y actualmente se encuentra exportando energía a la red británica con un contrato de suministro de energía (PPA), con un operador eléctrico británico.
Ahora se procederá a instalar las otras otras cinco máquinas de Vestas de 9,5 MW, con la previsión de que el proyecto entre en funcionamiento en 2020, convirtiéndose así en el mayor parque eólico marino flotante del mundo. Actualmente, el parque eólico flotante de Hywind (30MW, de Statoil y Masdar), frente a la costa de Escocia, es el mayor del mundo.
La intención de Cobra, según informa el grupo en su página web, es mostrar la viabilidad comercial del parque y contar con un mínimo del 20% cuando esté a pleno rendimiento. Kincardine goza de una tarifa garantizada de 3,5 ROCs (Renewable Obligation Certificates), equivalentes, a día de hoy, a 190 euros por MW hora. Los ROCs han sido creados como herramienta para primar el lanzamiento de una tecnología que aún debe mostrar su rendimiento, pero que está llamada a mejorar en costes la producción eólica marina convencional.
El mismo modelo de negocio será replicado en los desarrollos eólicos marinos que Cobra adquirió en enero en Taiwán, con la compra del 90% de la subsidiaria local del grupo francés Eolfi (Taiwán Eolfi Greater China). El grupo español quiere desplegar hasta 2.550 MW flotantes y busca socios que ayuden a soportar una inversión de 10.500 millones de euros en los próximos diez años, especialmente en el desarrollo de parques en Asia.