Actualmente -explican desde Ørsted-, entre el 85% y el 95% de una turbina eólica puede ser reciclado, pero el reciclaje de las palas de los aerogeneradores aún plantea importantes desafíos al sector, habida cuenta de los materiales de los que están hechas estas piezas, que están obligadas a ser ligeras, pero también, simultáneamente, muy robustas y duraderas. Así, en la mayoría de los casos, cuando los aerogeneradores son desmantelados, al final de su vida útil, la mayoría de las palas acaban yendo a parar a vertederos. Pues bien, Ørsted se ha comprometido a almacenar en sus propios instalaciones todas las palas de los aerogeneradores que desmantele en tanto en cuanto la industria encuentra una solución de tratamiento y gestión de estas piezas. La empresa inscribe su compromiso en el marco de la revolución eólica que prevé para esta década, período durante el cual Ørsted estima que la instalación de aerogeneradores va a crecer una velocidad sin precedentes.
Mads Nipper, jefe ejecutivo de Ørsted: "queremos contribuir a la creación de un mundo que funcione solo con energías renovables, pero queremos lograrlo de una manera sostenible, y ello incluye transitar hacia modelos más circulares en los que debemos reutilizar los recursos y ahorrar energía con el fin último de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Este es sin duda un gran reto, y para alcanzarlo esperamos trabajar conjuntamente con nuestra cadena de suministro"
Según los datos facilitados por la propia compañía, Ørsted ha puesto en marcha hasta hoy 7.500 megavatios de potencia eólica marina y 1.700 megas de potencia en tierra firme. Hasta ahora, la empresa danesa solo ha desmantelado el parque eólico marino de Vindeby (foto), en Dinamarca, y todas las palas de los once aerogeneradores desmontados han sido reutilizadas. La compañía se ha fijado como objetivo instalar 30.000 megavatios de potencia marina y 17.500 megas en tierra en los próximos diez años y se considera responsable de contribuir con su trabajo a buscar soluciones al reto del reciclaje de las palas de los aerogeneradores.
El jefe ejecutivo de Ørsted, Mads Nipper, destaca que a día de hoy las emisiones asociadas a la electricidad que produce un parque eólico marino (emisiones asociadas a todo el ciclo de vida de la instalación) son un 99% inferiores a las asociadas a la electricidad generada en una central térmica de carbón. "Nuestro objetivo -señala Nipper- es ofrecer a nuestros clientes soluciones energéticas cero neto ceodós mediante el uso responsable de los recursos, contemplado desde una perspectiva de ciclo de vida. Esto requiere la descarbonización de nuestra cadena de suministro y conlleva movernos a modelos más circulares de uso de los recursos en la cadena de suministro eólica. Espero que nuestro compromiso sirva de inspiración a otros de modo que todos juntos podamos escalar las soluciones de reciclaje de palas eólicas, acelerando así la transición hacia alternativas al depósito de las palas en vertederos controlados que sean eficientes económicamente y que nos ayuden a impulsar la innovación en la cadena de suministro para diseñar soluciones que eviten la creación de residuos".
Ørsted ya está colaborando en la búsqueda de soluciones de reciclado de palas como socia fundadora del consorcio transversal DecomBlades, en el que convergen actores de la industria eólica y centros de investigación. El consorcio, que está centrado en la I+d de soluciones de reciclado de los materiales compuestos de los que están hechas las palas, acaba de recibir una subvención para tres años del Fondo Danés para la Innovación.