El grupo, que pasa por se el mayor promotor mundial de energía eólica marina, ya había anunciado en agosto que podría sufrir unos deterioros de 16.000 millones de coronas danesas (2.180 millones de euros) por sus desarrollos eólicos marinos en Estados Unidos debido a esos problemas en la cadena de suministro, así como a la subida de los tipos de interés y la falta de nuevos créditos fiscales, lo que provocó ya entonces que se desplomara en Bolsa. La situación para estos proyectos eólicos en Estados Unidos ha seguido empeorando -según informa la agencia Europa Press- y la compañía ha optado por el cese del desarrollo de los proyectos Ocean Wind 1 y 2, en aguas de Nueva Jersey, si bien ha tomado la decisión final de inversión en el proyecto Revolution Wind.
Mads Nipper, consejero delegado de Orsted: "los importantes acontecimientos adversos derivados de los desafíos de la cadena de suministro, que provocaron retrasos en el cronograma del proyecto, y el aumento de las tasas de interés, nos han llevado a esta decisión, y ahora evaluaremos la mejor manera de preservar el valor mientras detenemos el desarrollo de los proyectos"
En el otro plato de la balanza se ubica Revolution Wind, proyecto en el que la compañía es socia de Eversource (al cincuenta por ciento) y sobre el que acaba de anunciar su decisión final de inversión. Ørsted y su socio proyectan esta instalación eólica marina -Revolution Wind- frente a la costa de Rhode Island. Por otra parte, la compañía ha anunciado sus resultados a cierre de septiembre, con un beneficio operativo (Ebitda) en los primeros nueve meses de 19.400 millones de coronas danesas (unos 2.600 millones de euros).
Por otro lado, Ørsted acaba de presentar los resultados de su tercer trimestre de 2023, período para el que registra un resultado bruto de explotación de unos 2.500 millones de euros, pero pérdidas por valor de 2.666 millones de euros (debidas a las provisiones asociadas a sus proyectos de eólica marina). El principal accionista de la empresa es el estado danés.