El proyecto, denominado “Estudio del aprovechamiento eólico de las corrientes de aire generadas en túneles y otras infraestructuras de transporte”, está liderado por el Grupo de Investigación Mecánica de Fluidos (TEP-235) de la UJA, cuyo responsable es Carlos Martínez Bazán, catedrático de Mecánica de Fluidos de la Universidad de Jaén.
Martínez Bazán explica que la idea partió de una pregunta: “¿es viable el aprovechamiento de las corrientes de aires que genera los vehículos a su paso?. El problema es que, en las autovías, las corrientes de aire no son continuas y cuando pasa un vehículo deja una corriente de aire, que no es suficiente para establecer una generación eléctrica continua”, señala.
Por ello, los miembros del grupo decidieron centrar sus investigaciones en túneles de carretera o de autovía, “donde sí que parece que puede haber corrientes eólicas suficientemente grandes”, como los de La Herradura, en Granada. Túneles de grandes dimensiones que “son interesantes, ya que conectan ambas caras de una montaña, donde hay diferencias de presión, con lo cual, simplemente, el propio túnel ya tiene unas corrientes de aire establecidas”. Corrientes las que se suman las que originan vehículos de gran tonelaje a su paso.
Según Martínez Bazán, los miembros del Grupo de Investigación Mecánica de Fluidos (TEP-235) están caracterizando, tanto experimental como numéricamente, “el flujo interior, qué velocidades aparecen, qué periodicidad tienen, qué continuidad y si esas corrientes de aire son aprovechables para poner una mini turbina que generen electricidad”.
Ésta es la primera fase del proyecto, que ha contado con datos facilitados por el Centro de Conservación de Carreteras de La Herradura sobre el potencial de corriente interior de aire que hay en cada uno de los túneles. El siguiente paso es saber si existe un dispositivo, tipo tobera, una especie de embudo, en el que se pueda concentrar esas corrientes, “de manera que si disminuimos el área de paso, lo que hacemos es aumentar la velocidad. Si al final de esa tobera se pueden poner miniturbinas o miniaerogeneradores, veríamos si es o no viable”.
Otro miembro del equipo, Cándido Gutiérrez, profesor de Mecánica de Fluidos de la Universidad de Jaén, explica que éste es un proyecto de tres años. En el primero de ellos, se ha llevado a cabo la denominada “Caracterización de los flujos interiores”.
En estos momentos, se está desarrollando el “Diseño de estructuras para el aprovechamiento energético”. En una tercera fase, en caso de que se pueda aprovechar parte de esa energía, probablemente hacia el mes de junio, “veríamos la posibilidad de encontrar en el mercado algún tipo de aerogenerador o miniturbina. Si no fuera así habría que plantearse diseñar una nueva para que pueda trabajar a bajas velocidades”.
“Una de la característica de los túneles es que el flujo de aire tiene una dirección fija, en un sentido u otro. En Andalucía la dirección del viento predominante es de oeste-este, y se da la peculiaridad de que en muchos túneles con esa orientación puedes obtener un potencial eólico importante”, explica Cándido Martínez.
“Este tipo de inversión estaría justificada en grandes ciudades como Madrid, con numerosos túneles que podrían ser autosuficientes, es decir, que podrían abastecer sus necesidades de iluminación”, añade Cándido Gutiérrez.