Primera junta general de accionistas de Gamesa tras su salida a Bolsa

Aunque por el momento más del 60% de la facturación de la empresa está relacionada con las energías renovables, Gamesa aspira a subir a lo más alto en la industria aeronáutica. Por eso mantiene negociaciones con Airbus para fabricar partes estructurales del nuevo avión gigante A-380. Su presidente, José Antonio Garrido, subrayaba que "Gamesa ha alcanzado, tras cinco años de crecimiento ininterrumpido que han culminado en su salida a Bolsa –el 31 de octubre del año pasado– y la entrada en el Indice Ibex 35, la madurez necesaria para acometer grandes proyectos empresariales".

Las acciones de Gamesa valen hoy el doble que hace ocho meses. El beneficio neto consolidado aumentó un 12% respecto al ejercicio anterior, situándose en cerca de 70 millones de euros. La facturación alcanzó los 761,73 millones de euros, cifra que representa un incremento del 30% respecto a la conseguida en 1999. La empresa prevé aumentar entre un 20 y un 30% sus cifras anuales de ventas, beneficio y plantilla. "Para lograr estos objetivos, Gamesa aprovechará al máximo todas las oportunidades que se presenten para consolidarse y crecer en sus dos grandes áreas de actividad: las energías renovables y la aeronáutica, tanto a nivel nacional como internacional”, ha asegurado su presidente.

Gamesa está participada en un 37,5% por la Corporación IBV, en un 21% por Nefinsa y en un 4% por Tornusa. El resto de las participaciones están repartidas entre unos 7.000 pequeños accionistas. En la actualidad, más de un 60% de la facturación agregada y los márgenes de Gamesa son aportados por el área de energías renovables, donde destaca la fabricación de aerogeneradores que, por sí sola, supone en torno a un 45% del total de la compañía. El área aeronáutica contribuye en torno al 30%.

Más información:
www.gamesa.es

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