El alcance del proceso de certificación -informa SGS- ha incluido los siguientes ítems: (1) revisión documental detallada de procedimientos, checklists, registros e inspecciones en campo; (2) análisis de fatiga por máquina, con cálculo de vida remanente, componente por componente crítico y determinando componentes que limitan la vida útil de cada máquina (posibilitando el estudio de mejores estrategias de operación y mantenimiento); (3) revisión del plan de extensión de vida con medidas correctivas y preventivas; (4) certificación final del parque con implementación de las medidas y mantenimientos necesarios.
Desde 1998
El parque certificado, de dieciséis megavatios de potencia instalada (y situado en Muel, Zaragoza) lleva operando desde el año 1998. Para el análisis detallado -explica la certificadora-, fue necesario el desarrollo de un modelo aerolástico de las máquinas mediante escaneo en 3D realizado en campo. SGS estima que, durante los próximos años, cerca de un tercio del parque eólico español cumplirá los 20 años de vida: "estos 20 años corresponden a la vida útil de diseño considerada en una certificación tipo y ello supone un motivo de preocupación tanto para promotores, como para propietarios, bancos o aseguradoras".
SGS, la empresa
Pues bien -señalan desde la certificadora-, "con el objetivo de reducir esta incertidumbre y poder dar tranquilidad al sector, SGS se ha comprometido con el análisis de vida remanente y la certificación de programas de extensión de vida, desarrollando un procedimiento de certificación propio: SGS ECPE-2056". La compañía, que declara 95.000 empleados "y una red de más de 2.400 oficinas y laboratorios por todo el mundo", presume de ser "líder mundial en inspección, verificación, análisis y certificación". SGS está acreditada en España por ENAC, la Empresa Nacional de Acreditación (nº 87/C-PR244) para la certificación tipo de aerogeneradores según IEC 61400-22, entre otras normativas.