En general, los oradores, casi sin excepción, confirmaron que la pandemia está provocando muchos retrasos en las diferentes fases de la ejecución de los proyectos. Las demoras se deben principalmente a las interrupciones de las cadenas de suministro internacionales, a la falta de disponibilidad de mano de obra debido a las normas de higiene, pero también a los procedimientos de autorización que llevan más tiempo de lo habitual. No obstante, algunos mercados apenas se verán afectados por los retrasos.
Hay otros factores, sin embargo, como el paso a las subastas, que también están teniendo un impacto negativo en los mercados, ya que provocan una reducción del número de inversores y en varios casos el volumen ofrecido ha sido inferior al ofertado.
Otro aspecto puesto de relieve en estos webinar es que, al margen de la celebración de subastas, la comercialización directa de energía eólica es cada vez más importante en diferentes mercados. Por ejemplo, en Brasil, donde se puede obtener un rendimiento considerablemente mayor mediante acuerdos de compra directa de energía que en las subastas nacionales de electricidad.
Estas nuevas formas de comercialización directa y de autoconsumo pueden convertirse en importantes impulsores del desarrollo eólico y otras tecnologías renovables, de acuerdo a los expertos.
Esta tendencia se ve apoyada por el cambio de prioridades de los gobiernos hacia una mayor generación y cadenas de suministro nacionales. La creciente conciencia de la urgencia de la mitigación del cambio climático conduce, igualmente, a una mayor acción política. En consecuencia, los expertos de todo el mundo consideran que las perspectivas a medio y largo plazo de la energía eólica son positivas o muy positivas.
Algunos países, como China, Japón o Corea, han aumentado inclsuo sus objetivos de crecimiento eólico durante la pandemia, o están planificando las medidas correspondientes para hacerlo. Este mismo año de 2020, China podría alcanzar cifras récord de posiblemente más de 30 gigavatios; el objetivo acordado de neutralidad climática también significa que en los próximos años se añadirán por lo menos 50 gigavatios de energía eólica y otra cifra igual en energía solar.
En general, WWEA espera que las cifras de instalación en 2020 sean similares o ligeramente inferiores a las de 2019, pero que vuelvan a crecer fuertemente en 2021.
Peter Rae, presidente de la asociación, afirma que "a pesar de la situación de pandemia, la energía eólica está a punto de convertirse en una fuente principal del futuro suministro de energía mundial y, junto con las otras energías renovables, proporcionará la energía que la humanidad necesita para un futuro sostenible".