El parque eólico Duna está proyectado en Cajamarca, al norte del país, y va a demandar -según el Gobierno de Perú- una inversión que supera los 25 millones de dólares, y Huambo, que también se encuentra en la misma municipalidad, “compromete una inversión mayor a los 22 millones de dólares”. Por otro lado, la Central de Biomasa Callao, que será puesta en marcha en el Callao (en la costa central del país) va a demandar una inversión de 2,5 millones de dólares. El Instituto de Crédito Oficial de España (ICO) y el Banco de Desarrollo de América Latina (antes denominado Corporación Andina de Fomento, CAF) financiarán con cuarenta millones de dólares (35,5 millones de euros) la ejecución de los dos parques, que suman una potencia de 36,8 megavatios y venderán la energía que produzcan, durante los primeros 20 años de su vida útil, al Ministerio de Energía y Minas del Perú a un precio de entre 37,7 y 36,8 dólares por megavatio hora.
El acuerdo de financiación con estas entidades lo ha suscrito la española Grenergy, que se hizo con estos proyectos en una subasta convocada por el Gobierno en el año 2016 y que estima que esas instalaciones producirán más de 165 mil megavatios hora al año. Según el comunicado distribuido por Grenergy, este Project Finance incluye la financiación de la deuda senior en un plazo de 17 años, liderada y estructurada por CAF, y supone el primer proyecto de energías renovables que el ICO financia en Perú. Ambos parques están situados en Chota (foto), provincia de Cajamarca, a más de 2.400 metros sobre el nivel del mar, y serán construidos por Siemens Gamesa, siendo los primeros en la Sierra del Perú, "un lugar geográficamente estratégico -explican desde Grenergy- por sus condiciones meteorológicas excepcionales para la generación de este tipo de energía, ya que disfruta de alrededor de 5.000 horas netas de viento al año". Sinia Renovables, compañía especializada en proyectos energéticos y cuyo capital controla al 100% el banco Sabadell, cuenta en ambos parques con una participación del 10%.