Oceanbird es un nuevo concepto que permite aprovechar el viento para impulsar los mayores buques oceánicos, los que transportan cargas pesadas a grandes distancias durante largos períodos de tiempo. Se está desarrollando en estrecha colaboración entre las compañías Wallenius Marine, SSPA y el Instituto Real de Tecnología (KTH) y está apoyado por la Administración de Transporte de Suecia, que actúa como cofinanciador.
El carguero, de 200 metros de eslora, llevará cinco revolucionarias "velas" de 80 metros de altura (el doble de altas que las de los mayores buques de vela convencionales), lo que da al barco una altura sobre la línea de flotación de aproximadamente 105 metros, pero gracias a una construcción telescópica pueden ser bajadas, lo que resulta en una altura del buque sobre la línea de flotación de aproximadamente 45 metros.
Oceanbird podrá transportar el equivalente a 7.000 coches en la bodega y, de acuerdo con sus desarrolladores, emitirá un 90% menos de CO2 que un barco convencional de características similares en su viaje entre las dos orillas del Atlántico, que podrá realizar en 12 días con el viento como única fuente de energía. El proyecto fue prsentado en septiembre pasado y
Richard Jeppsson, uno de los responsables de la iniciativa, afiram que se está desarrollando muy rápidamente, hasta el punto de que podrían empezar a recibir los primeros pedidos de Oceanbird en 2021 y tenerlos completados para 2024.
El transporte marítimo representó el 2,9% de los gases de efecto invernadero producidos por el hombre en 2018, un porcentaje que ha ido incrementándose en los últimos años, según datos de la Organización Marítima Internacional de Naciones Unidas.