La Dirección General de Biodiversidad, Medio Ambiente y Cambio Climático entiende que este proyecto, a la vista de la evaluación ambiental practicada, generaría "impactos negativos significativos" sobre especies de fauna catalogadas como amenazadas y sus hábitats, impactos que "no pueden ser prevenidos, corregidos o compensados, con suficientes garantías, con las medidas propuestas". Aunque la configuración final del parque planteado por Viesgo Renovables -explica el Gobierno de Cantabria- reduce a 4 el número de aerogeneradores y soterra buena parte de la línea de evacuación eléctrica para reducir los impactos en las aves rapaces nidificantes, la Declaración de Impacto concluye que la ubicación del parque eólico, en una sierra de la cuenca alta del río Camesa, con características ecológicas singulares en el conjunto de Cantabria y de reducida extensión, supone "afecciones ambientales significativas, en particular sobre las zonas de cría y alimentación de aguilucho cenizo y aguilucho pálido, especies amenazadas catalogadas como vulnerables con una presencia en la zona muy relevante en el contexto regional, y sobre su funcionalidad como corredor ecológico para el oso pardo, catalogado en peligro de extinción, en la vertiente sureste de la Cordillera Cantábrica". Según la resolución de la Dirección General, las afecciones no pueden ser prevenidas, corregidas o compensadas, con suficientes garantías, por las medidas propuestas por el promotor.
[Pie de foto: vista de la localidad de Quintanillas en Valdeolea (fuente: Oficina de Comunicación. Gobierno de Cantabria)]