La noticia ha sido recibida con entusiamo en los astilleros, que no habían tenido un solo pedido en años hasta que en mayo pasado el Ministerio de Defensa les encargo la construcción de dos buques de Acción Marítima. Ha sido confirmada por el propio presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, que se reunió el 6 de junio en Sevilla con la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz. Tras este encuentro Sánchez Galán también informó de que Iberdrola ha decidido nombrar al astillero gaditano como proveedor preferente.
De momento, el primer encargo consiste en la adjudicación de un contrato de casi 70 millones de euros para fabricar y montar la subestación eléctrica del parque eólico marino Wikinger, situado en aguas alemanas del mar Báltico. Dicha fabricación precisará de 600.000 horas de trabajo directo en la planta de Navantia, lo que se traduce en una ocupación media de 250 personas, con puntas de 500, según informa la Junta de Andalucía. El trabajo se realizará íntegramente en el astillero de Puerto Real, con la participación de la industria auxiliar de la zona.
Esta adjudicación abrirá a su vez a los astilleros de Puerto Real nuevas oportunidades de futuro para la construcción de los parques eólicos marinos que Iberdrola desarrollará en Reino Unido y otros países de Europa, añade la Junta.
El encargo es el segundo en importancia que recibe Navantia para esta factoría desde 2006, fecha en la que suscribió el acuerdo para la construcción de dos buques-ferry para Acciona. Según recuerda la prensa local, estos años el astillero ha vivido del rédito que le han aportado los contratos firmados entre 2004 y 2006, tanto con Acciona como con la Armada Española y Venezuela, pero la actividad en la planta se paralizó en abril de 2012, cuando Navantia entregó al Gobierno venezolano el último patrullero.
Electricidad para 350.000 hogares
El parque offshore de Wikinger, el primero de Iberdrola en Alemania, se convertirá en el más grande del mundo instalado en aguas profundas (entre los 37 y los 43 metros de profundidad). El emplazamiento cubre un área de unos 34 kilómetros cuadrados, en los que la compañía eléctrica tiene previsto situar 70 aerogeneradores de cinco megavatios de capacidad unitaria –de última tecnología y 150 metros de altura– y la subestación marina.
La empresa va a invertir 1.600 millones de euros en este proyecto. Según las cifras que maneja, la energía que generará el parque cuando esté operativo, en el año 2016, será equivalente a las necesidades de más de 350.000 hogares y evitará la emisión a la atmósfera de casi 600.000 toneladas de dióxido de carbono al año.
Iberdrola cuenta con una Dirección de Negocio Offshore, con sede en Escocia, desde la que está impulsando la paulatina puesta en marcha de instalaciones eólicas marinas en el norte de Europa, con Reino Unido, Alemania y Francia como países más destacados.
El primer proyecto que puso en marcha es el parque West Of Duddon Sands, en aguas inglesas del mar de Irlanda, que desarrolla junto a la compañía danesa Dong. La instalación, cuya entrada en operación está prevista para finales de este año, tendrá una potencia de 389 MW.
El parque de East Anglia, que la multinacional española promueve también en aguas inglesas, junto a la empresa sueca Vattenfall, será uno de los complejos eólicos marinos más importante del mundo, con una capacidad de 7.200 MW. La instalación podría empezar a construirse en 2015 y podría llegar a suministrar electricidad a cerca de cinco millones de hogares. Iberdrola también desarrolla en Reino Unido el parque eólico de Argyll Array, una instalación cuya capacidad potencial oscila entre los 500 MW y los 1.800 MW.
Por último, el consorcio formado por Iberdrola y la empresa francesa Eole-Res cuenta ya con el permiso de las autoridades galas para la construcción y operación del parque eólico marino de Saint-Brieuc, de 500 MW de capacidad.