México y Argentina son las dos naciones clave de Vestas Latinoamérica. En México, el fabricante danés, que instaló en 1994 el primer aerogenerador comercial del país, ha firmado contratos por valor de más de setecientos megavatios (700 MW) en los doce meses de 2017. En ese mismo lapso, los contratos firmados con Vestas en Argentina han sumado otros 600. Más aún, la compañía escandinava anunció hace solo unas semanas que instalará una fábrica de ensamblaje de góndolas en la provincia de Buenos Aires. La infraestructura –informa Vestas– propiciará la creación de “alrededor de 300 puestos de trabajo, directos, e indirectos”. La decisión estratégica de la compañía responde al “enorme potencial de crecimiento” del mercado eólico argentino, que se estima podría rondar los 10 GW a instalar en los próximos 7 años (la Ley de Energías Renovables argentina se ha fijado como objetivo alcanzar un 20% de cuota renovable en 2025).
Según el director comercial de Vestas Argentina y Latam Sur, Andrés Gismondi, la cartera que maneja ahora mismo la compañía en el país asciende a 900 MW, “instalados y/o en construcción”. El objetivo de ubicar en Argentina esta fábrica –explica así Gismondi– es “atender mejor las necesidades de esos clientes”. El fabricante danés presume en ese sentido de haber estado siempre muy atento. “En la actualidad tenemos –apuntan desde la empresa– una extensa red de centros de producción por todo el mundo, instalaciones todas próximas a los mercados clave”.
Argentina
Y uno de ellos –uno de esos mercados clave– es sin duda Argentina. Vestas ha recibido allí en 2017, como se dijo, pedidos por valor de casi seiscientos megavatios (600 MW). Uno de los contratos más importantes es el procedente del Parque Eólico de Bicentenario, filial de Petroquímica Comodoro Rivadavia (PCR). Este pedido tuvo su origen en la subasta de energía renovable RenovAr 1.5, convocada por el Gobierno de la nación (Vestas ha recibido de la mano de las subastas argentinas pedidos en firme por un valor total de 225 megas). En concreto, la orden de pedido de PCR ha importado 123 MW, divididos ellos en dos pedidos (de 22 y 101 MW, respectivamente). Las 34 máquinas Vestas solicitadas serán instaladas este mismo año en un parque eólico en Santa Cruz (los aerogeneradores son concretamente del modelo V117–3.45 MW, optimizados para 3,6 MW). La compañía danesa no solo se encargará del suministro, sino que también prestará un servicio de operación y mantenimiento de los aerogeneradores durante diez años.
El otro pedido asociado a la subasta RenovAr 1.5 corresponde a los 40 MW solicitados por Parques Eólicos Vientos del Sur, filial del Grupo Fali. El contrato comprende 11 aerogeneradores del modelo V136–3.6 MW, que serán instalados en el parque eólico La Banderita, en la ciudad de General Acha (La Pampa). Las obras están en marcha y la conexión es inminente.
Además de los dos pedidos asociados a subastas, Vestas ha ganado otros cuatro importantes contratos. A saber:
(1) la compañía eléctrica local Genneia (verticalmente integrada) ha pedido 220 MW para las fases I y II del parque eólico Puerto Madryn, en Chubut, que incorporará 62 aerogeneradores V126–3.45, que entrarán en funcionamiento entre finales de 2018 y principios de 2019.
(2) Greenwind, filial de Pampa Energía, ha firmado otros 100 MW, para el parque eólico Corti, en Bahía Blanca, que estará equipado con 29 aerogeneradores V126–3.45 MW, y entrará en operación comercial en el segundo trimestre de este año. Ambos pedidos van acompañados de un acuerdo de servicio Vestas AOM 5000 de 10 años.
(3 y 4) Dos pedidos –por valor de 50 MW cada uno– a nombre de Aluar Aluminio Argentino, para las fases I y II del parque eólico El Llano. Cada fase contará con un total de 14 máquinas V126– 3.45 MW, optimizadas para llegar a los 3,6 MW. Además Vestas realizará el mantenimiento de los mismos en virtud del acuerdo de servicio AOM 5000 de 15 años de duración que ha suscrito con su cliente. La fase 1 entrará en servicio en el tercer trimestre de 2018 y la 2, en el primero de 2019. El parque eólico El Llano está ubicado junto a la factoría de Aluar, y proporcionará electricidad para las tareas de fundición de aluminio, lo que pone de manifiesto –apuntan desde Vestas– el atractivo económico de la eólica para las industrias intensivas en energía. Además, ayudará a Aluar a cumplir con los requisitos de la Ley de Energías Renovables 27.191, que obliga a los grandes consumidores de electricidad a que un porcentaje de esta provenga de fuentes renovables.
México es el otro gran mercado de Vestas en Latinoamérica
A finales de septiembre del año pasado, el fabricante danés tenía allí más de 1,5 GW de aerogeneradores, bien instalados, o bien en construcción. El gran momento que vive la compañía en México lo constata su cartera de pedidos: cerca de setecientos megavatios (700 MW), una cartera que pone de manifiesto dos cosas, según el fabricante: “lo estratégico del mercado eólico mexicano y la capacidad que tiene la compañía de ofrecer soluciones a medida con la última tecnología”. Entre los contratos más importantes (y recientes) de Vestas en México destaca el suscrito, el pasado mes de agosto, con Zuma, una empresa mexicana que cuenta con el respaldo financiero de Actis y Mesoamérica, y cuyo propósito es construir el mayor parque eólico de México, Reynosa III, de 424 MW.
El parque, sito en el estado de Tamaulipas, está llamado a ser uno de los más grandes de todo el continente
Salido de la subasta que celebró el Gobierno mexicano en septiembre de 2016, Reynosa III estará integrado por 123 aerogeneradores del modelo V136–3.45 MW. El contrato –que es el más importante de cuantos la compañía danesa ha cerrado en el país, adonde llegó hace ya casi un cuarto de siglo, en 1994– incluye el suministro, la instalación y el mantenimiento (durante un período de 15 años) de los 123 aerogeneradores que conforman el parque (la entrega de las máquinas ya ha comenzado y la puesta en marcha está prevista para este año). Para obtener ese contrato, la clave ha sido el apoyo que la multinacional danesa ha prestado a Zuma en la presentación de ofertas a la subasta. “Durante la subasta –cuenta el presidente de Vestas Mediterranean, Eduardo Medina–, movilizamos a nuestros equipos en Ciudad de México, Madrid y Copenhague para poner toda nuestra experiencia, cartera de productos y servicios de operación y mantenimiento a disposición de Zuma. Nuestra capacidad para llevar a cabo esto –explica Medina– fue clave para apoyar a Zuma en el desarrollo de un caso de negocio convincente, rentable y sostenible”.
El caso Zuma no es el único, ni mucho menos
Vestas recibió el pasado mes de septiembre una orden de suministro por parte de otro adjudicatario en la segunda subasta celebrada en 2016. “Con esta orden –apuntaba entonces el presidente de Vestas Mediterranean–, el cupo de órdenes de pedido que acumula Vestas en México, en las subastas mexicanas de energía, alcanza casi 600 MW, lo que subraya profundamente nuestras aptitudes en las subastas y nuestra posición fuerte en este mercado clave”. El contrato en cuestión incluye el suministro, instalación y mantenimiento de 27 máquinas V136–3.45 MW. El parque en el que serán instaladas –Salitrillos, 93 MW de potencia– se encuentra también en Tamaulipas y está previsto sea conectado en 2019.
Pero la apuesta de la compañía danesa por la eólica azteca va más allá de una (o dos) firmas concretas. Lo cuenta el director general de Ventas para Vestas Mediterranean, Javier Rodríguez Díez: “el hecho de que las palas para el modelo V136–3.45 MW que se instalen en toda Latinoamérica se vayan a fabricar en México subraya nuestra estrategia de localización a largo plazo en el país y nuestro fuerte compromiso por dar soporte a México en su objetivo de conseguir que el 35% de su producción energética provenga de fuentes renovables de cara a 2024”.
Para cerrar el buen año de la compañía en México, Vestas ha firmado un contrato de 118 MW con la Compañía Eólica Vicente Guerrero SA de CV, en esta ocasión derivado de un acuerdo de compraventa de energía, para el suministro e instalación de 30 aerogeneradores V136–3.45, 27 de ellos optimizados para una potencia de 3,6 MW. El proyecto será ejecutado por Servicios y Desarrollos Energéticos e Inver Management y tiene prevista su puesta en marcha en el primer trimestre de 2019. Vestas realizará, además, el mantenimiento durante 20 años, en virtud de un contrato AOM 4000.
2017 también ha sido un año de consolidación para Vestas en la República Dominicana, adonde desembarcó a principios de década
El fabricante danés ha recibido allí un pedido de 48 MW de parte de un cliente español, Elecnor, que promueve en la región de Enriquillo el parque eólico Larimar II. Vestas ha suministrado e instalado para Elecnor un total de 14 aerogeneradores del modelo V117 de 3,45 megavatios. El parque –apuntan desde la compañía– está llamado a ser clave “en las ambiciones del gobierno dominicano para aumentar la cuota de renovables en su mix energético”, y para materializar su objetivo de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero Horizonte 2030 (el objetivo es emitir un 25% menos con respecto a lo que el país emitió en 2010). Con Larimar II, la República Dominicana suma 131 MW de turbinas Vestas, repartidas ellas por Los Cocos, parque eólico de 25 MW (año 2011), Quilvio Cabrera (8,3 MW, año 2011) y Larimar I (las dos fases de Larimar ahora operativas suman 97 MW en total).
También en Brasil
La subasta brasileña A–5, celebrada en 2014, también ha traído en 2017 buenas noticias para Vestas. Lo ha hecho en forma de pedido: 53 MW que han sido solicitados por un nuevo cliente, Echoenergía, filial brasileña de Actis, inversor global especializado en energía y gestión de bienes inmuebles. Las máquinas tienen por destino los parques de Boa Esperança I y Pedra do Reino IV, de 22 y 31 megavatios respectivamente. La operación afecta a un total de 24 máquinas V110–2.0 MW (optimizadas a 2,2 MW).
Ubicados en la región de Sobradinho. Ambos parques estarán respaldados por un acuerdo de servicio AOM 5000 de 10 años. Vestas prevé conectar las turbinas en 2018. La compañía danesa opera en Brasil desde el año 2000 y, a estas alturas, más de mil quinientos megavatios (+1,5 GW) de potencia eólica llevan su marca en el país. La firma danesa superó hace unos meses el listón de los mil megavatios instalados (1.000 MW), mientras que el resto –hasta los 1.500 MW– se encuentra actualmente en fase de instalación.
La apuesta del fabricante danés por la eólica brasileña ha sido muy consistente, desarrollando su presencia local con nuevas oficinas y cerrando acuerdos con productores locales para la fabricación de algunos componentes de las turbinas.
El marco político brasileño ha incentivado el desembarco de fabricantes en el país mediante certificados que el Banco Brasileño de Desarrollo (Bndes) otorga a aquellos aerogeneradores cuyos componentes hayan sido fabricados de manera local en un 70%. Además, los promotores que utilicen dichas máquinas en sus proyectos podrán acceder a condiciones de financiación especiales. Vestas, por su parte, ha respondido.
No obstante -matizan desde la compañía-, Vestas pone a disposición de sus clientes todos sus modelos de turbinas para optimizar la producción de energía en cualquier emplazamiento.
Vestas alcanzó en junio de 2014 un acuerdo con el Bndes y, “en solo unos pocos años –lo explica el gerente general de Vestas Brasil, Rogério Zampronha–, hemos creado más de 300 empleos directos, abierto nuevos centros e instalado más de un gigavatio de potencia”. La compañía, en todo caso, no es una recién llegada al país. Vestas entró en Brasil en el año 2000, abrió una oficina en Sao Paulo en 2008 y hace aproximadamente dos años inauguró una fábrica de góndolas en Aquiraz (en el estado de Ceará) y un centro de servicio en Rio Grande do Norte.
También Chile ha sumado potencia Vestas en 2017. La promotora Vientos de Reinaco encargó hace unos meses al fabricante danés 32 MW para el parque eólico La Flor. En virtud del contrato, Vestas entregará e instalará, con fecha de puesta en marcha prevista para el segundo trimestre de 2019, un total de 9 aerogeneradores V136–3.45 MW optimizados a 3,6 MW, que además serán mantenidos durante 15 años de acuerdo con el contrato AOM–4000. Con 878 MW instalados en Chile, Vestas refuerza así aún más su posición en este mercado.