Las medidas de salvaguardia del acero afectan a dos categorías importantes para la industria eólica europea: la chapa pesada (categoría 7), utilizada en la fabricación de torres eólicas de acero, y el acero eléctrico no orientado al grano (NGOES, categoría 3B), utilizado en motores y generadores. Por ello, la patronal eólica europea advierte que se va a aumentar la presión sobre los costes para los fabricantes de turbinas y componentes eólicos.
"Los precios del acero han aumentado drásticamente en el último año. En algunos casos se han duplicado. El acero es la materia prima más importante para la industria eólica europea. El aumento de los precios del acero incrementa los costes de fabricación de torres, cajas de engranajes, góndolas, transformadores y cimientos en alta mar. La decisión de la semana pasada de prorrogar las medidas de salvaguardia del acero no contribuye a una transición energética rápida y rentable hacia las energías renovables", afirma el director de Política de WindEurope, Pierre Tardieu.
Además del acero, los precios del cobre, las resinas, la fibra de vidrio y la fibra de carbono también han subido mucho. Al igual que los costes de transporte, lo que ejerce presión sobre las cadenas de suministro mundiales de las que depende la industria eólica europea. A medio plazo, los costes adicionales pueden repercutir en la cadena de suministro de los promotores, "lo que dificultará la reducción continua de los precios de la electricidad", añaden desde WindEurope.
A corto plazo, los fabricantes de componentes y turbinas eólicas tendrán que absorber estos costes adicionales. "Los engorrosos procesos nacionales de concesión de permisos hacen que haya escasez de proyectos para los fabricantes de la industria eólica. Esto está presionando los márgenes de actuación, como se ve en los informes financieros de los fabricantes de aerogeneradores que cotizan en bolsa", indica Tardieu.
"El aumento de los costes significa menos capital disponible para invertir en la fabricación de vanguardia y en la investigación y el desarrollo. La falta de inversión en estas áreas podría hacer que la industria europea perdiera la carrera mundial por el liderazgo tecnológico en energía eólica", añade.
WindEurope pide un enfoque más holístico de la política comercial europea que apoye mejor los intereses de las industrias verdes con futuro, caso la energía eólica. La asociación habla en nombre de más de 400 miembros, activos en más de 50 países, y que representan a todo el sector: fabricantes de aerogeneradores, proveedores de componentes, institutos de investigación, asociaciones nacionales de energía eólica y renovable, promotores, contratistas, proveedores de electricidad, compañías financieras y de seguros, y consultores