“Todavía tenemos que apreciar la escala del impacto que produce el Covid-19 sobre las inversiones en energía eólica, pero nuestro mensaje a inversores y decisores políticos es claro: las energías renovables y el Pacto Verde Europeo son el motor de la recuperación de Europa. Ambos impulsan el crecimiento. Ambos aseguran el empleo. Ambos son la clave de nuestro liderazgo, ese que nos va a conducir a una economía climáticamente neutral”. Es el mensaje, robusto, con el que el presidente de WindEurope, Giles Dickson, ha querido acompañar la presentación del informe Financing and Investment Trends. Según los datos publicados en ese informe, el sector eólico ha movido, sí, la formidable cifra de 51.800 millones de euros en Europa en 2019, año que ha cerrado con 130 decisiones finales de inversión, incluyendo 4 parques eólicos marinos. El guarismo (51,8) se encuentra por debajo de la inversión de 2018, que fue un año top, pero al mismo nivel que los años precedentes. En lo que se refiere concretamente a los "nuevos activos" (nueva potencia), los inversores han financiado 11.700 megavatios en 2019, en línea con los números registrados a lo largo del último quinquenio (a excepción, nuevamente, de 2018, que fue como se dijo un año de récord).
La mayoría de las inversiones han ido a parar a parques eólicos terrestres: 13.000 millones de euros, 10.000 megavatios de nueva potencia, “lo que demuestra -apuntan desde WindEurope- el fuerte interés que sigue habiendo en Europa por el desarrollo de parques eólicos terrestres”. 2019 ha sido, en lo que se refiere a potencia terrestre instalada, el segundo mejor año de la década (solo por detrás de 2018). Y España ha sido el líder indiscutible del Viejo Continente en ese ítem (la eólica terrestre) en 2019, tanto en términos de potencia instalada (2.243 megavatios), como en lo que se refiere a la inversión propiamente dicha: 2.800 millones de euros. A continuación, en lo que se refiere a la inversión en parques eólicos terrestres, se han situado Suecia (que ha instalado 1.588 megas en 2019) y Polonia (que ha financiado 630). Más allá de la inversión en nueva potencia terrestre, WindEurope destaca otras dos cifras: unos 6.000 millones de euros han ido a parar a la eólica marina, y otros 33.000 millones, a refinanciaciones, compra de proyectos, fusiones y otras transacciones.
Giles Dickson, consejero delegado de WindEurope: “gobiernos e inversores continúan mostrando un fuerte apetito por la eólica terrestre. Porque en la mayoría de los mercados europeos es la solución más económica para la instalación de nueva potencia de generación de electricidad. Y las últimas subastas realizadas en Polonia, Dinamarca, Grecia, Francia, Italia y Lituania constituyen todas ellas pruebas de ese fuerte apoyo a la eólica terrestre y de sus precios competitivos”
WindEurope prevé que hasta el 80% de la nueva capacidad eólica que instale Europa a lo largo de los próximos cinco años será terrestre. El parque eólico continental (192.000 megavatios a finales de 2019) aporta ahora mismo aproximadamente el 15% de la demanda eléctrica europea y la UE espera que esa cuota crezca hasta el 50% de aquí a 2050. La Asociación europea es razonablemente optimista -“los inversores -sostiene Dickson- han entendido que la energía eólica es una buena apuesta para materializar el Pacto Verde Europeo”, pero WindEurope alerta sobre la existencia de ciertas barreras al despliegue de nueva potencia eólica en ciertos países. Las tramitaciones en Alemania -apunta Dickson- son demasiado complejas: “el Gobierno debe aclarar las cosas para recuperar a los inversores”, concluye.
El informe que publicó ayer WindEurope destaca así mismo otra tendencia: el interés creciente de las grandes corporaciones multinacionales por abastecer su demanda de electricidad con energías limpias, un interés que ya se está materializando mediante contratos bilaterales de compraventa de electricidad a largo plazo, los conocidos como PPAs (Power Purchase Agreement). “Nunca antes han sido firmados tantos contratos PPA corporativos como en 2019”, apuntan desde WindEurope. Según los datos que recoge la Asociación en su informe, “las corporaciones contrataron en 2019 más de 2.500 megavatios de todas las fuentes renovables de energía”. WindEurope estima que la eólica suscribió contratos por valor de aproximadamente 1.700 megavatios (la otra gran triunfadora de la liga PPA es la solar fotovoltaica).
El informe Financing and Investment Trends (tendencias en materia de financiación e inversión) destaca por último una tercera tendencia clave de 2019, una tendencia relativa a la identidad de los inversores. Los bancos -apuntan desde WindEurope- están desempeñando un papel crecientemente relevante en lo que se refiere a la inversión directa en el sector. Según el informe de WindEurope, en 2019 han movido 20.000 millones de euros de recursos propios (inversión no sujeta a deuda); y la Asociación avisa: la inversión no sujeta a deuda está aumentando su peso. Según los datos del informe, “supone ahora mismo aproximadamente el 49% de toda la inversión en proyectos eólicos terrestres y hasta el 77% de toda la inversión en parques eólicos marinos” (el segmento eólico marino es mucho más intensivo en capital que el terrestre).
La Asociación Europea de la Industria Eólica recuerda que el Plan de Inversión por una Europa Sostenible (The Sustainable Europe Investment Plan), plan que constituye el pilar (en lo que se refiere a inversión) sobre el que se asienta el gran Pacto Verde Europeo (European Green Deal) se ha propuesto como objetivo movilizar al menos un billón de euros adicional, en capitales públicos y privados, para el desarrollo de proyectos de energías renovables durante la década 2021-2030. Sin embargo -reconocen desde WindEurope-, la perspectiva en lo que se refiere al corto plazo se halla ahora mismo “bajo la sombra de los efectos del Covid-19”. La pandemia -avisan en la Asociación- probablemente va a reducir la liquidez de los mercados de deuda y también la de los mercados de valores.