El presidente de la Asociación Europea de la Energía Eólica, European Wind Energy Association, Andrew Garrard, ha clausurado esta semana en Barcelona la gran feria eólica europea -EWEA 2014- con dos mensajes muy concretos. Uno: solo si la Unión Europea es capaz de autoimponerse un "objetivo ambicioso" en materia de penetración de las energías renovables en el Horizonte 2030, solo si la UE impulsa con decisión el crecimiento del parque renovable europeo... solo así podrá la UE reforzar la seguridad energética: "el presidente Putin no puede parar el viento", ha dicho Garrard. Y dos: si la UE no emprende esa ruta hacia 2030, seguiremos pagando, y cada vez más cara, la energía con que se mueve el Viejo Continente, porque, a día de hoy, "cada ciudadano de la Unión Europea paga ya dos euros al día por las importaciones de combustibles fósiles".
EWEA 2014
El presidente de la Asociación Europea de la Energía Eólica ha hecho esas declaraciones en el marco del evento anual (Annual Event) de EWEA, que este año ha tenido lugar en la capital catalana. Según EWEA, la gran feria-conferencia de este año se ha saldado con "elevados niveles de asistencia y un recinto ferial permanentemente animado". Eso sí, en las salas de conferencias, todos los oradores han coincidido en señalar la vigencia de varios retos a los que se ha de enfrentar la energía eólica en el panorama europeo. A saber, y según concreta EWEA: la necesidad de asegurar el establecimiento de objetivos renovables vinculantes de cara a 2030; de reducir los costes (en particular, los relacionados con la energía eólica marina); y de construir y mejorar las redes eléctricas paneuropeas.
Tres retos
Además, en Barcelona, más de 150 compañías y asociaciones han firmafo la denominada Declaración 2030 (véase), que apela a los líderes de la Unión Europea a que alcancen un acuerdo ambicioso y vinculante en materia de objetivos de energías renovables a escala nacional. Sobre el particular, el jefe de la conferencia EWEA 2014 y director ejecutivo de Enercon, Hans-Dieter Kettwig, ha explicado que "un objetivo ambicioso, obligatorio para los Estados Miembros, es el mejor camino hacia la reducción de costes para lograr nuestra meta del 100% renovables en el largo plazo. Y no digamos el impulso que puede dar a un sector que emplea a 250.000 personas con trabajo en Europa". En el camino, y según el documento de conclusiones EWEA 2014, tres retos: los nuevos mercados, los avances tecnológicos y el final de la incertidumbre política.