La torre diseñada por Nabrawind Technologies alcanzará una altura de buje de 160 metros en total. Está dividida en dos segmentos: una estructura recta de tres columnas, de 86 metros, diseñada y patentada por Nabrawind, y una torre convencional, colocada encima de la estructura anterior, de 71 metros. GES ya participó en las primeras pruebas para el montaje de la celosía y está realizando ahora la instalación completa del prototipo.
La principal peculiaridad de Nabralift (nombre comercial de la estructura diseñada por Nabrawind) radica en su sistema de montaje, un novedoso proceso de auto izado mediante dispositivos hidráulicos en el suelo que permite elevar la torre completa introduciendo módulos por la parte inferior. Este sistema supone un gran avance para la logística del transporte y montaje de la torre, ya que al estar compuesta por elementos de menor tamaño no requiere ni camiones ni grúas especiales.
Una vez montado, el prototipo servirá para realizar lo que se denomina un ensayo de fatiga que, básicamente, consiste en reproducir en tan solo seis meses la vida real que soportaría el aparato durante 25 años de funcionamiento y de este modo validar su durabilidad. Esto permitirá mejorar la fiabilidad de la estructura y minimizar cualquier riesgo técnico ya desde las primeras preseries. Este método de ensayo, nunca realizado hasta la fecha en una torre eólica, se ha concebido en el marco del proyecto NEVA, realizado en colaboración con Cener y financiado con fondos Feder a través del Ministerio de Economía y Competitividad.
Según Nabrawind, la solución tecnológica Nabralift supone un ahorro de costes respecto a las torres convencionales de hasta un 15-20% en función de la altura y potencia del aerogenerador. En primer lugar, por la facilidad de transporte y logística al no necesitar ni camiones ni grúas especiales. Por otro lado, por su fabricación, ya que el peso de esta nueva estructura metálica es un 20% menor que el de una torre convencional de esta altura. Y, por último, porque se instala sobre una cimentación de tres zapatas, lo que reduce el consumo de hormigón en un 30-40% frente a las torres actuales.
Para GES, la participación en el proyecto tiene un componente estratégico. En palabras de su director de Unidad de Negocio de Instalación, Alberto de Alfonso “realmente creemos que el diseño propuesto por Nabrawind puede revolucionar el montaje de torres. Colaborar en este hito dentro de la instalación de turbinas está siendo emocionante para todo el equipo".
La necesidad de fabricar torres más altas que las convencionales surge por la saturación que existe en la actualidad de los emplazamientos más atractivos. Esto obliga a desarrollar parques eólicos en lugares donde el viento está a mayores cotas de altura y, por lo tanto, las torres deben tener más metros para alcanzar esas cotas.