Cimne España y las 12 entidades del consorcio Fibregy van a centrar sus trabajos en la generación de metodologías eficientes de producción, inspección y monitorización, y certificarán y demostrarán herramientas avanzadas de análisis numérico para su diseño, operación y seguimiento. Todo ello, con el objetivo de validar la sustitución del acero por polímeros reforzados con fibras (FRP) en dichas estructuras. Los FRP, gracias a su inmunidad a la corrosión y a su mayor resistencia a la fatiga, pueden aportar importantes ventajas en la construcción de estas plataformas, según los integrantes del consorcio Fibregy, que adelantan que las diferentes tecnologías aplicadas en el proceso se demostrarán mediante el uso de técnicas avanzadas de simulación y con la construcción de prototipos de gran tamaño y a escala real.
«Fibregy quiere reducir la huella de carbono de las plataformas marinas gracias al uso de materiales FRP en lugar de acero en las estructuras marinas, al aumento de la vida útil de la estructura con innovadoras estrategias de mantenimiento y supervisión, y a su alto índice de reciclaje. El proyecto Fibregy espera sentar las bases para reducir la huella de carbono de las plataformas marinas en un 35%»
Este proyecto ha recibido financiación del programa de investigación e innovación Horizonte 2020 de la Unión Europea. Fibregy contará con un presupuesto total de 8 millones de euros, de los que 6 millones provienen de los fondos europeos. [Bajo estas líneas, capacidad instalada y objetivos 2030 y 2050 de eólica marina flotante y de mareomotriz. Fuente: Fibregy].
De la economía azul
Según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo que cita Fibregy, el valor añadido generado por la industria oceánica a nivel mundial podría duplicarse, pasando de 1,3 billones de euros en la actualidad a 2,6 billones de euros en 2030. La Unión Europea aspira a convertirse en un actor importante en el mercado internacional y en sede de empresas de éxito de energías oceánicas limpias. En este sentido, el proyecto Fibregy quiere contribuir a reforzar el liderazgo de la Unión Europea (UE) en materia de energías renovables y economía azul.
Los agentes impulsores de Fibregy estiman que este proyecto puede suponer un incremento del mercado objetivo entre un 10% y un 15% y que el margen de beneficio podría crecer alrededor del 20-25% al final del proyecto, debido a la reducción de los costes de producción y el mantenimiento de estas nuevas plataformas.
Europa quiere incrementar su capacidad eólica marina de 24,3 gigavatios a 111 GW para 2030. Para ello, reservará 26.000 millones de euros en el desarrollo de nuevas tecnologías y en la puesta en marcha de nuevos parques eólicos marinos (3.200 millones de euros por gigavatio). El objetivo europeo para el año 2050 es que la generación de energía marina (eólica y mareomotriz) represente el 25% de la generación total de electricidad.
Importante ahorro de costes y reducción del impacto medioambiental de las plataformas OWTP
Según Cimne España, los beneficios resultantes de la aplicación de materiales FRP para construir la estructura y los componentes de las plataformas eólicas y mareomotrices en alta mar, así como las diferentes soluciones de diseño, producción, análisis y mantenimiento desarrolladas en Fibregy, se traducirán en un rendimiento superior del ciclo de vida y, por tanto, en un impacto positivo en el coste nivelado de la energía (LCoE). El consorcio liderado por CIMNE (España) está compuesto por una red de 12 organizaciones de investigación, ingeniería e industria de 7 países europeos con una relevante y reconocida trayectoria en investigación e innovación tecnológica, lo que crea un ecosistema idóneo para una óptima difusión y explotación de los resultados del proyecto Fibregy. Españoles son, aparte del Centro Internacional de Métodos Numéricos en Ingeniería (Cimne España), las empresas Enerocean (pyme malagueña especializada en ingeniería de las energías marinas), Compass Ingeniería y Sistemas y TSI (Técnicas y Servicios de Ingeniería).