El 75% de esos 154.000 empleos eólicos actuales se encuentra en Alemania, España y Dinamarca, países pioneros de la eólica, según el informe de EWEA, que considera que el impulso dado a esta fuente de energía limpia por la reciente directiva europea de Renovables introducirá en esta "tendencia de creación de empleos eólicos" a otros países (la asociación señala en su informe, concretamente, a Francia, Reino Unido e Italia).
EWEA prevé además "que cerca de un 12% de la electricidad de la UE procederá de la energía eólica en 2020, como parte del plan europeo de lucha contra el cambio climático y de reducción de la dependencia del gas y el petróleo de países como Rusia”. En este sentido, el discurso de la patronal eólica es explícito: “Rusia juguetea con el grifo cada Año Nuevo”, ha declarado el máximo responsable de EWEA, Christian Kjaer: “esta situación no va a mejorar y no podemos seguir arrojando riqueza a un puñado de países exportadores de combustibles fósiles”.
Con respecto al marco de crisis económica, Kjaer también articula un discurso claro: la eólica será “uno de los primeros sectores en salir de la crisis económica actual, puesto que ofrece un perfil de riesgo atractivo para aquellos inversores que han perdido dinero recientemente en otras inversiones más arriesgadas”. Según el máximo responsable de la patronal eólica europea, “habrá un mercado para inversiones de medio riesgo y de retornos medios, y ahí se sitúa la eólica”.
Más allá de 2020, EWEA cree que el segmento de las instalaciones eólicas marinas crecerá hasta superar a la eólica terrestre –lo que sucederá a partir de 2025–, tanto en términos de potencia como de inversiones y empleo. En torno al año 2030, los empleados en la eólica marina podrían llegar a 215.000 personas en la UE, de un total de 375.000 en todo el sector, según las previsiones a más largo plazo de la asociación.
Mientras tanto, el reparto de trabajo hasta finales de 2007 se ha concentrado en la fabricación de aerogeneradores y sus componentes, actividades responsables de un 59% de los empleos directos en la UE. El resto se encuentra principalmente en actividades como la instalación y mantenimiento, el desarrollo y la investigación, según la asociación. En cuanto a España, a finales de 2007 había un total de 37.730 personas trabajando en el sector, 20.781 de manera directa, según EWEA.
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