El sábado pasado dábamos cuenta del crecimiento de un 27% que experimentó la minieólica mundial en 2011, según datos de la Asociación Mundial de la Energía Eólica (World Wind Energy Association), que acaba de publicar el informe Small Wind World Report Update.
Pero la historia es, hoy por hoy, mucho menos optimista en España. A pesar de que las perspectivas han pintado bien. Uno de nuestros reportajes en octubre de 2011 llevaba por título “Minieólica, preparada para el despegue”. Y empezaba así: “La industria eólica de pequeña potencia toma posiciones. Después de años avanzando con el viento de cara, la próxima implantación de un nuevo marco normativo y el impulso de la generación distribuida tienen que servir para el despegue del sector. Así lo ven muchas de las empresas con las que hemos hablado”.
Después de año y medio no existe ese marco normativo, no existe impulso a la generación distribuida y la minieólica “sigue en barbecho”, como apunta Javier Forte, presidente de la sección Minieólica de la Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA). “Nadie invierte nada en industrialización. Del mercado nacional no vive nadie”.
Vamos, que estamos donde estábamos. Las previsiones siguen siendo previsiones y, aunque sean buena, el hartazgo también resulta ya evidente. El entusiasmo con el que fue recibido el Plan de Energías Renovables 2011–2020, que planteaba el objetivo de llegar a los 300 MW instalados al final de la década se va esfumando día a día. Porque pasa el tiempo y aquí nadie sabe nada.
“Hace un año preparamos un informe con ayuda del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat) y el Ayuntamiento de las Palmas de Gran Canaria, que ya había dado algunos pasos en este sentido, con una serie de sugerencias para regular la instalación de minieólica en municipios –recuerda Forte–. El informe recogía los puntos clave en temas de seguridad y regulación. Lo coordinamos con el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), con la intención de que se divulgara luego por los municipios para que los ayuntamientos pudieran exigir que las instalaciones se hicieran con unos mínimos requisitos. Y todo está parado desde hace un año”.
Ese informe se hizo un poco a imagen y semejanza de la ordenanza solar que a principios de la pasada década elaboró el IDAE para que sirviera de modelo base a cualquier ayuntamiento de España que quisiera aplicar una norma similar. El IDAE, incluso, hizo una presentación de esa ordenanza municipal de minieólica en la feria Genera, en mayo de 2012. Pero desde entonces sigue guardado en algún cajón. Preguntados por el particular reconocen que “no tenemos nada que decir, está sobre la mesa del Ministerio”.
Regulación y apoyo
Lo que los minieólicos esperan oír está claro. Son apenas dos cosas que vienen reclamando desde hace mucho tiempo: regulación y apoyo. Regulación para avanzar en la certificación de aerogeneradores, conseguir que dispongan de una etiqueta cuando las máquinas cumplen con unos requisitos mínimos. Y dar pasos en el tema de las ordenanzas municipales para que los técnicos de los ayuntamientos no se queden mirando con cara de circunstancia cada vez que tienen que atender la propuesta de un proyecto minieólico.
La segunda reclamación es “que nos den suficiente apoyo para instalar los 10 primeros MW en España. Que será el detonante para que se active el sector”, apunta Forte. “Porque habíamos recorrido la parte inicial del camino pero nos hemos estancado por completo. Y los países que en los últimos años nos pedían consejo y asesoramiento en minieólica, nos enseñan ahora lo que hacen. Porque ellos, al contrario que nosotros, sí se han puesto manos a la obra para desarrollar este sector”. Hasta el punto que países como Italia, Portugal o Reino Unido ya cuentan con una regulación específica que está empujando del sector hacía arriba.
La falta de desarrollo implica, por ejemplo, que apenas se avance en la curva de aprendizaje de la tecnología, que muestra una gran posibilidad de reducción de costes. Ahora una máquina de 4 kW cueste más que un coche utilitario. “Y eso no tiene sentido –reconoce Forte–. La diferencia está en la industrialización. Aquí no dependemos del precio del silicio ni de ningún material caro, la minieólica puede bajar exponencialmente su precio el día que haya un desarrollo industrial. Ahora no se abarata porque no hay mercado. Y no hay mercado porque no se abarata”. A pesar de todo las empresas siguen trabajando e invirtiendo para mejorar sus máquinas en robustez, diseño, integración, ruido, rendimiento o nuevos materiales.
¿Qué podría cambiar el panorama de un plumazo? Los minieólicos están esperando la regulación de autoconsumo y balance neto “como agua de mayo porque, a corto plazo, visto el complicado contexto energético nacional, parece ser la única salida del túnel para un sector que necesita urgentemente una señal que movilice el mercado”.
Oportunidad perdida
Pero si no lo hacemos nosotros lo harán otros. Ya han empezado a hacerlo, de hecho, conscientes del extraordinario potencial que tiene esta tecnología en todo el mundo. El verano pasado la Alianza para la Electrificación Rural (ARE, por sus siglas en inglés) puso en marcha una campaña para destacar que la minieólica es la más barata de las soluciones para autoconsumo en países en vías de desarrollo.
Según ARE, su precio oscila entre los quince y los 35 centavos de dólar por kilovatio hora durante la vida útil del sistema, “más barato, por tanto, que el generado por la fotovoltaica, la minihidroeléctrica y otras soluciones renovables”. Y por eso precisamente se prevé que el mercado mundial de minieólica entre 2012 y 2015 crezca hasta llegar a los 634 millones de dólares, más del doble que hoy en día.
La Asociación Mundial de la Energía Eólica (WWEA) prevé un crecimiento extraordinario que pasará de 576 MW a finales de 2011 (último dato disponible) hasta 5.000 MW en 2020. Si bien es verdad que para la WWEA son miniaerogeneradores todas aquellas máquinas de potencia comprendida entre los seis y los 300 kW de potencia. Cuando, por ejemplo, un fabricante nacional como Norvento, que ha desarrollado un aero de 100 kW, prefiere diferenciarlo de la minieólica y hablar de eólica de media potencia.
Una tecnología maltratada
Hemos hecho cinco preguntas a empresas del sector que pueden servir para tomar la temperatura de la minieólica en España
1. – ¿Fabrica tu empresa algún miniaerogenerador en este momento?
2. – ¿Comercializa algún miniaerogenerador, de producción propia o de otros fabricantes, nacionales o internacionales?
3. – ¿Por qué trabaja en el sector de la minieólica? ¿Qué oportunidades percibe?
4. – ¿Cuáles son los principales problemas con los que se enfrenta el sector?
5. – Enumera brevemente las medidas que deberían tomarse para mejorar la situación de la minieólica.
Bornay
1. Bornay fabrica actualmente cinco modelos de aerogeneradores, desde 600 W hasta 6.000 W, con versiones para carga de baterías a 12, 24 ó 48 voltios para instalaciones aisladas, o sistemas para conexión a red.
2. Todos los aerogeneradores que comercializamos son fabricados por nuestra empresa.
3. Bornay ha estado desde siempre involucrado en la minieólica. No se trata solo de un negocio sino una pasión o una apuesta firme por este tipo de tecnología. Bornay es un referente en minieólica tanto en España como en el mundo. Las oportunidades que se plantean de cara al futuro son ahora mismo impensables, pese a que llevamos más de 40 años en la minieólica. Es una tecnología incipiente, todavía nos queda mucho por hacer y avanzar.
4. El desarrollo del sector y la tecnología. Hasta la fecha han existido diferentes incentivos para la mayoría de tecnologías renovables. En cambio la minieólica no ha tenido ninguno, siempre se la ha incluido en el grupo de la gran eólica, no contando con prima alguna ni con ningún tipo de beneficio o tratamiento fiscal diferenciado. Con lo cual, el acceso de los particulares, principales clientes de esta tecnología, se ha visto mermado.
5. Deberían de eliminarse a toda costa las barreras burocráticas, es inviable que para la instalación de un pequeño aerogenerador se hayan tenido que invertir 13 meses con papeleos, reuniones y gestiones de diversa índole. En segundo lugar, sería necesario algún tipo de apoyo. Sabemos que es impensable contar con una prima, pero sería interesante contar con algún tipo de subvención a su instalación, alguna ayuda como sucede en otros sectores como el de la automoción, la venta de vehículos eléctricos … gestionada directamente con ó desde el fabricante y que garantice la viabilidad de este tipo de instalaciones. Con ello se incentivaría el mercado, se industrializaría el sector y, por supuesto, su precio bajaría.
Kliux
1 y 2. Actualmente, Kliux Energies, fabrica y comercializa el modelo GEO1800, con la posibilidad de aumentar el rendimiento por medio de la hibridación con solar-fotovoltaica, creando nuestro Sistema Híbrido.
3. La visión de Kliux Energies es ser reconocido como un referente internacional en el desarrollo y comercialización de soluciones innovadoras y de máxima calidad en energías renovables en el lugar de consumo.
4. En primer lugar, los aspectos legislativos: el sector depende de la aprobación definitiva de la Ley del Balance Neto, que permitirá la conexión a la red de instalaciones de generación de pequeña potencia y permitirá a los consumidores generar su propia energía. Esta Ley, al igual que ocurriera en países como EEUU, Reino Unido, Portugal o Japón, es la que ha dinamizado realmente el sector. Otro problema es la falta de financiación, tanto gubernamental como de entidades financieras. El interés por los sistemas de generación de energía, especialmente la minieólica, es muy importante, pero el usuario final no posee la capacidad económica para implantarlos. Y sin ayudas en la financiación, es difícil llevarlo a cabo.
5. Aprobación de Ley de Balance Neto; apoyo por parte de las instituciones a las empresas y proyectos basado en renovables en general y minieólica en particular, mediante acceso a una financiación accesible; apoyo a la I+D para mejorar y desarrollar la tecnología; nuevos modelos de financiación para instaladores de sistemas; normativa específica para la homologación de turbinas minieólicas, que determine los parámetros y características que deben cumplir los equipos para su instalación en los diferentes entornos; estandarización de los indicadores de calidad de los aerogeneradores; política proteccionista de incentivos a fabricantes nacionales.
Ennera
1 y 2. En Ennera ofrecemos soluciones energéticas renovables (solar fotovoltaica y minieólica) y de movilidad sostenible. Y hemos llevado a cabo el desarrollo integral de un miniaerogenerador llamado Windera S, de pequeña escala, de 3.2 kW. Está diseñado íntegramente por Ennera. Tras cuatro años de trabajo y pruebas, en el que se ha testado su eficiencia a través de varios prototipos que han estado 17.520 horas en campo, ya está disponible y a la venta en España.
3. Trabajamos en el sector de la minieólica porque creemos en la generación distribuida, donde Ennera centra su apuesta estratégica. Nuestra visión es generar energía allí donde se consume, aprovechando el recurso más abundante, de sol o de viento. Y para ello ofrecemos soluciones a medida, tanto de solar fotovoltaica como de minieólica.
4 y 5. El principal problema es la ausencia de una normativa específica que lo regule. En estos momentos la tecnología minieólica se encuentra en sus etapas iniciales de desarrollo comercial, con lo que todavía no ha alcanzado economías de escala reseñables que permitan que este producto sea de consumo masivo. Necesita un apoyo específico para impulsar su desarrollo y hacerlo más competitivo, tal y como se ha hecho con la tecnología fotovoltaica, que en sus inicios tenía un coste por kW bastante más elevado que el actual. Pero además, teniendo en cuenta que el viento no es un recurso constante, es necesario desarrollar una normativa (como por ejemplo, el balance neto) que impulse el sistema de autoconsumo. Por último, también destacar que faltan servicios específicos de apoyo, como pueden ser seguros, financiación, etc. de fácil acceso y adaptados al producto.
BaiWind
1. Si, fabricamos aerogeneradores de eje vertical de tres áreas de captación: de 6 metros cuadrados, 12 m2 y 24 m2. A cada área de captación incorporamos cuatro potencias distintas, dependiendo del viento medio en el que se vayan a instalar. Por lo que tenemos combinaciones con las que conseguimos doce distintos tipos de aerogeneradores para dar la mejor solución a las necesidades energéticas y los vientos existentes en un lugar.
2. Todos son de fabricación propia.
3. Vamos hacia un cambio del modelo energético a nivel mundial, donde la energía generada cerca del consumo va a tener importancia, desde el punto de vista económico, social, etc, y la minieólica tiene un espacio que entre todos, fabricantes, usuarios, administración, etc, tenemos que implementar y consolidar.
4. En España la falta de normativa y el riesgo de que la que finalmente se apruebe pida a la minieólica unas formas de utilización restrictivas. Por ejemplo, si alguien instala un grupo electrógeno en su empresa o vivienda solo tiene que cumplir el Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión…, no hay límite de potencia, etc. Otros problemas son la falta de mapas eólicos fiables a nivel de 15 a 35 m de altura, la desinformación de algunos medios de comunicación, gobierno y grupos empresariales históricos del sector energético. En el extranjero la falta de una normativa internacional de certificación clara, que hace que en algunos países exista una “normativa simplificada” propia que hace de barrera de entrada.
5. En España, la principal es favorecer el autoconsumo con el desarrollo del balance neto. Sin limitar la potencia instalada, el límite tiene que estar en la generación anual y esta dependerá del consumo. Sin normas especiales. A nivel técnico se tiene que cumplir el Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión en vigor.
Enair
1. Actualmente movemos una gama de tres potencias de aerogeneradores y nueve configuraciones diferentes de equipos atendiendo a la tensión de trabajo de los mismos.
2. Todos los productos que comercializamos son de nuestro desarrollo.
3. Porque tenemos una experiencia desde 1970 que nos ha facilitado el desarrollo de esta tecnología llevándola a un máximo exponente.
4. El gobierno y las leyes. Actualmente, España es el último país de la Unión Europea en cumplir sus compromisos con las energías renovables.
5. Sacar adelante el RD1699/2011 [que establecía abril de 2012 como fecha tope para que se regulara el autoconsumo con balance neto]. Que el gobierno tome consciencia real del sector y quiera colaborar en el desarrollo del mismo. Que las eléctricas dejen de presionar al gobierno y a su vez que el gobierno sea independiente de ellas. Actualmente las eléctricas manipulan en función de sus intereses las decisiones relacionadas con el apoyo a las renovables. También es preciso aumentar la presión colectiva al gobierno y eléctricas a través de la difusión de los medios como el vuestro, de forma que se transmita claramente que el Sol y el Viento son recursos naturales gratuitos que a largo plazo nos ofrecerán la sostenibilidad que el país necesita. Pero para ello las tecnologías deben desarrollarse, y para que una tecnología se desarrolle debe haber ventas y mercado. Actualmente está todo frenado debido a la presión de las eléctricas sobre el gobierno.
Toorwind
1. Sí, disponemos de varios modelos, cada modelo esta diseñado para colocarse en casas, fabricas, barcos o vehículos.
2. Los Toorwind disponen de patentes libres y por tanto tenemos a particulares y empresas construyendo varios modelos.
3. El sector minieólico es un tipo de mercado accesible a todo el mundo y además cumple con la norma de la generación distribuida: produce energía donde va a ser consumida.
4. Los políticos y las normativas actuales, así como la corrupción del sector energético.
5. Una normativa sin impuestos y con subvenciones, y una normativa técnica que ayude sin tener en cuenta si queda bien o mal estéticamente un molino.