Las 5 unidades están destinadas al campo Kinkardine, situado a 15 kilómetros de Aberdeen (Reino Unido), y estarán provistas de turbinas de 9,5 megavatios (MW). Los trabajos de construcción -informa Navantia- comenzarán en marzo 2019 con el corte y curvado de la chapa en las instalaciones de Windar en Avilés, y continuarán en la factoría de Fene con la fabricación del resto de componentes y ensamblado de las unidades, extendiéndose hasta abril de 2020. Según la compañía pública, la carga de trabajo asciende a 1.250.000 horas para la producción de aproximadamente 15.000 toneladas de acero. Con este proyecto, Navantia-Windar consolida su posición como líder del mercado en la construcción de eólica flotante, tras la construcción de 5 unidades tipo Spar para el proyecto Hywind (Statoil, Reino Unido) y una unidad para el proyecto Windfloat Atlantic (Windplus, Portugal).
Según EDP, uno de sus impulsores, el proyecto WindFloat ha desarrollado una tecnología innovadora que permitirá la explotación del potencial eólico en el mar a profundidades de más de 40 metros. El enfoque de innovación del proyecto es el desarrollo de una base flotante, a partir de las experiencias de la industria del petróleo y del gas, que soportará turbinas eólicas de varios megavatios en aplicaciones marinas. La base flotante es semisumergible y está anclada al fondo marino. Su estabilidad -informa EDP- se debe al uso de "placas de retención de agua" en la parte inferior de los tres pilares, asociadas con un sistema de lastre estático y dinámico. WindFloat se adapta a cualquier tipo de turbina eólica marina. Se construye en su totalidad en tierra firme, incluyendo la instalación de la turbina.
Antecedentes
El proyecto WindFloat 1 abarcó el diseño y la construcción de una unidad de demostración, utilizando una turbina comercial de dos megavatios (2 MW). La unidad se instaló frente a la costa portuguesa, cerca de Aguçadoura, y fue conectada a la red a finales de diciembre de 2011. Según EDP, el proyecto, que constituyó "el primer despliegue eólico en alta mar en todo el mundo que no requirió del uso de equipos de carga pesada mar adentro, supuso la instalación de la primera turbina eólica en el Atlántico en aguas abiertas". La WindFloat 1 funcionó durante cinco años con una alta disponibilidad, produciendo más de 17 gigavatios hora y sobreviviendo a olas de hasta siete metros de altura. Después de alcanzar con éxito el final de la vida útil de la primera fase del proyecto, la WindFloat 1 fue desmantelada con un impacto insignificante para el medio ambiente.
Segunda etapa
El siguiente paso en el desarrollo de la tecnología WindFloat será la fase precomercial, con dos proyectos que ya están en desarrollo y cuyo objetivo es -explican desde EDP- demostrar "el bajo perfil de riesgo y la competitividad económica de la tecnología para preparar el camino a los futuros parques eólicos flotantes de tamaño comercial". El primero de esos proyectos se aprobó en 2016, en Francia, con cuatro plataformas que utilizan turbinas de viento de 6 MW, instaladas sobre la plataforma WindFloat. El proyecto de los parques eólicos flotantes del golfo de León (Éoliennes Flottantes du Golfe du Lion, EFGL) está siendo desarrollado por Engie, EDP Renovables y Caisse des Dépôts y debería estar operativo en el 2020.
El segundo es WindFloat Atlantic (WFA), instalación a ubicar frente a la costa portuguesa de Viana do Castelo, en aguas con una profundidad de cien metros.El Banco Europeo de Inversiones (BEI) concedió en octubre de 2018 un préstamo de 60 millones de euros a Windplus SA, una filial de EDP Renováveis (79,4%), Repsol SA (19,4%) y Principle Power Inc (1,2%). El préstamo de 60 millones de euros financiará el parque eólico flotante con el respaldo de la iniciativa InnovFin para proyectos de demostración energética, que recibe financiación en el marco del programa de investigación y desarrollo de la UE, Horizonte 2020. Además, el proyecto recibirá 29,9 millones de euros del programa NER300 de la UE y hasta 6 millones de euros del Gobierno de Portugal a través del fondo portugués para la reducción de las emisiones de carbono (Fundo Português de Carbono).
Los padres de la idea: Principle Power
Constituido en 2007, Principle Power se define como "proveedor de desarrollo, tecnología y servicios para el sector de la energía eólica marina". Su tecnología WindFloat -un cimiento flotante para aerogeneradores- hace posible el establecimiento de parques eólicos marinos temporales o en aguas profundas. Principle Power tiene oficinas en Estados Unidos, Francia y Portugal, comercializa WindFloat como una solución tecnológica y actúa como proveedor de servicios orientados a promotores, productores energéticos independientes y empresas de suministros públicos en el cambiante mercado internacional de la energía eólica marina.