Si viajas en coche o en tren, a menudo habrás observado a lo lejos, allí en lo que llamamos horizonte, molinos de viento, o aerogeneradores para los más técnicos, que giran al son del viento en la parte más alta de la montaña. Pueden ser muchos o pueden ser muy pocos, pero todos aportan y ayudan, por ejemplo, a bajar el precio de nuestra factura de la luz. Y también atraen turismo, personas concienciadas con el medio ambiente que quieren conocer y ver de cerca las tecnologías del futuro, las energías renovables. En la mañana del jueves, la Casa de Fieras de El Retiro en Madrid ha sido el lugar de presentación de la primera Guía de Ecoturismo Eólico, firmada y creada por Mar Ramírez (con fotografías de Juan Carlos Muñoz), que comenzó a idearse en 2022 de la mano de Vientos de futuro, un movimiento que reivindica la importancia de la energía eólica y del que –entre otras cincuenta organizaciones– la Asociación Empresarial Eólica (AEE) forma parte.
Una guía, que formará parte de la colección Nómadas de GeoPlaneta, que regala a los amantes de la naturaleza diez rutas nacionales por la España rural y verde, en el sentido más energético de la palabra, especialmente en el norte peninsular. En definitiva, diez rutas que permiten explorar paisajes donde los parques eólicos se integran de manera armoniosa en el entorno natural, promoviendo no solo la generación de energía limpia, sino también la riqueza gastronómica, cultural, natural y patrimonial de las regiones rurales de España.
Navarra y su Sierra del Perdón, la comarca de la Terra Alta en Tarragona, la Rueda de Jalón y el Campo de Borja en Zaragoza, Huérmeces de Burgos, Medinaceli en Soria, El Bierzo leonés, Ourense y sus Cañones del Sil, la Sierra de Capela en A Coruña y Coaña en Asturias. Diez enclaves rurales, diez paisajes que conviven con la energía eólica. España rural y España eólica. La Guía de Ecoturismo Eólico recorre la geografía española y dibuja diez rutas a pie o en bicicleta –fundamentalmente en la zona norte– que combinan paisaje, historia, cultura, gastronomía y energía. La mezcla de estos cinco ingredientes sería el eoloturismo, término acuñado por el especialista en viajes y naturaleza, Paco Nadal, en el prólogo de este libro. Él mismo lo recoge así: "El mundo de los viajes está en perpetuo cambio, en innovación constante, y es lógico que surjan neologismos para definir nuevas realidades. Si hacemos turismo en torno al vino, al aceite, a lugares de antiguas batallas e incluso peregrinamos para ver escenarios donde se rodaron películas… ¿Por qué no hacer escapadas rurales a lugares de especial belleza donde, además y dadas sus características, se produce energía verde, limpia y sostenible? Pues eso sería el eoloturismo".
Los diez paisajes que conviven con la energía eólica:
• Primer parque eólico de Navarra
Todo lo pionero tiene su atractivo. Al sur de Pamplona (Navarra), la Sierra del Perdón es el mirador más emblemático de la zona y un auténtico camino para el tránsito compostelano de los que se cuelgan la mochila para llegar a Santiago de Compostela. En la cumbre del Perdón el viento sopla y hace girar los aerogeneradores del primer parque eólico de Navarra y la instalación eólica comercial más antigua de España. Su primera fase fue conectada en diciembre de 1994. Los primeros seis aerogeneradores se instalaron en 1994 y medían 40 metros de altura de buje y casi 60 metros con la vertical de sus palas. Cada uno de ellos tenía quinientos kilovatios de potencia nominal. 25 años después, y con 34 turbinas más (se instalaron entre 1995 y 1996), el viento del Perdón sigue generando electricidad.
• Viñedos, almendros y molinos
Terra Alta, vientos de tierra y vientos de costa. Al pie del macizo calcáreo de Els Ports, donde los viñedos se mezclan con los almendros, desde lejos te resultarán llamativos los veinte aerogeneradores de los parques eólicos del Coll del Moro I y II de 48 megavatios. Situados junto al histórico lugar que le da nombre frente al río Ebro, donde se vivió uno de los episodios más cruentos y largos de la Guerra Civil, es la única ruta propuesta en la Guía que pisa Cataluña.
• 132 molinos recónditos
Porque para ver de cerca los molinos de viento tendrás que conducir por carreteras secundarias y caminos, impulsado y guiado por el cierzo de Zaragoza, y a la orilla de ríos aragoneses que tributan al Ebro y que por su derecha dan frescura a valles bajos como la Rueda de Jalón, un vergel de cultivos entre grandes altiplanicies de estepa donde se vislumbra La Muela. Un total de 132 turbinas de 750 kW, con un diámetro de palas de 48 metros dan vida a estos dos parques eólicos a 15 kilómetros de Zaragoza desde principios de los años 2000.
• Un auténtico 2x1
Sobre la llanura de la depresión del Ebro, a los pies de la laguna de La Estanca y en medio del paisaje de vega de la comarca del Campo de Borja giran las turbinas de dos parques eólicos (24 MW cada uno) que comparten las localidades de Borja, Mallén y Fréscano. En total quince molinos de viento “jóvenes” si los comparamos con los de las rutas vistas hasta ahora. Desde que se pusieron en marcha en el año 2019 (La Estanca) y en el año 2020 (San Francisco de Borja), producen la misma electricidad que la que consumen 53.500 hogares, más de tres veces la comarca del Campo de Borja.
• Eólica castellana
Los paisajes de Castilla y León esconden ríos del Ebro y del Duero, que rompen la paramera burgalesa, al igual que lo hacen los siete aerogeneradores de 11.690 kW y 74 metros de diámetro y los menhires con su verticalidad entre los campos de cereal. Así crean pequeños valles de campiña, sobrevolados por el águila real. Son los mismos por los que caminaron los primeros neandertales peninsulares. Una ruta que esconde paisaje, historia, cultura, gastronomía y energía.
• Un imprescindible del turismo de interior
En la provincia de Soria y con 679 habitantes, Medinaceli es uno de los pueblos más bonitos de España, medieval e imprescindible en cualquier guía de rutas de turismo de interior. Un pueblo legendario, asentado sobre una colina y del que nace el río Jalón, con unas vistas privilegiadas para vislumbrar los 22 aerogeneradores de Caramonte, uno de los mayores parques eólicos de Soria (49 MW).
• El verdor del viento
Un conjunto de pequeños valles verdes y ocho pequeños municipios conocidos por su gran actividad en el carbón durante el siglo XX dan vida al Bierzo Alto. La sierra de Gistredo conecta con una línea de 25 molinos de viento las montañas leonesas y la cordillera Cantábrica. El parque eólico Peña del Gato hace renacer sus valles con energía renovable en los términos municipales de Igüeña, Torre del Bierzo y Villagatón.
• La garganta de la Ribeira Sacra
Entre Lugo y Ourense hay poco más de treinta y cinco kilómetros por donde fluye, entre curvas y meandros, el último tramo del río Sil arropado por dos laderas que llegan a alcanzar los quinientos metros verticales. Tierra de viñedos y refugio de flora y fauna gallega. El Cañón del Sil es uno de los elementos más importantes de Ribeira Sacra. En la Cabeza de Meda se asoman los 54 aerogeneradores de Sil y Meda, el primer parque eólico de Ourense, ubicado en los municipios de Nogueira de Ramuín y Esgos, puesto en marcha en 2001.
• Molinos entre acantilados
Vixía de Herbeira son uno de los mayores acantilados en cuanto altura sobre el nivel del mar del mar de Europa y están en A Coruña, exactamente en la sierra de la Capelada, entre el municipio de Cariño y el de Cedeira donde se extraía níquel en el siglo XIX. Ahora es el lugar donde giran y producen electricidad varios aerogeneradores.
• Entre la cultura castreña
A orillas del río Navia y rodeados de pastizales y de arquitectura popular de pizarra de poblados castreños, se esconden los tres aerogeneradores del primer parque eólico de Asturias. Un proyecto que vio la luz en 2007 para generar electricidad y para dar suministro de energía al túnel de la variante de Navia.