La Hoja de Ruta de la Eólica Marina, aprobada en diciembre de 2021, catalogaba más de 7.500 kilómetros cuadrados de aguas territoriales españolas como Zonas de Uso Prioritario para la energía eólica marina (ZUP) o Zonas de Alto Potencial para el desarrollo de esta tecnología (ZAP). Lo hacía a través de los Planes de Ordenación del Espacio Marítimo (POEMs) en los que desde entonces el Ministerio para la Transición Ecológica ha seguido trabajando. Lo ha hecho hasta hoy, fecha de aprobación del documento definitivo de los POEMs, que reduce la superficie accesible para la eólica marina a 5.000 kilómetros cuadrados, el 0,46% del total de las aguas territoriales españolas, que suman más de un millón de kilómetros cuadrados. Galicia y Cantábrico por ejemplo tenían en el POEM original catalogados como ZAP o ZUP más de 4.400 kilómetros cuadrados y se han quedado ahora con 2.688.
Hay cinco demarcaciones marinas en España -Noratlántica, Suratlántica, Estrecho y Alborán, Levantino Balear y Canaria-, pero no todas podrán acoger parques eólicos marinos. Porque el Gobierno tiene tres prioridades: la defensa nacional (el Ejército tiene prioridad en muchos kilómetros cuadrados de aguas territoriales), la navegación (las vías y corredores por los que transitan los buques mercantes, transatlánticos y demás) y la protección de la biodiversidad. El Ministerio para la Transición Ecológica reconoce explícitamente, por ejemplo, que “gran parte de la Demarcación suratlántica registra intensidades de recurso que podrían ser de interés para el sector eólico (...), particularmente gran parte de la franja marítima cercana al Estrecho, que se halla bajo la influencia de los frentes atlánticos y que presenta máximos en su vértice sureste”, pero en esa zona -expone- la fuerte actividad militar impide todo desarrollo eólico marino: “tras un proceso de consulta a las administraciones competentes, incluido el Ministerio de Defensa, se concluye que la implantación de parques eólicos comerciales no es factible en esta demarcación marina” (Defensa desarrolla en la zona ejercicios militares aéreos, submarinos y de superficie). Muchos miles de kilómetros de gran recurso eólico quedan así -por mor de la defensa nacional- vedados a la energía eólica marina.
El proceso de elaboración de los POEMs ha durado cinco años (comenzó en 2017), fue sometido a consulta pública en el verano del 21 y es hoy fruto -según el Ministerio- de la participación de todos los actores con intereses en el medio marino: "ha habido modificaciones que han atendido prácticamente a todos los sectores, a las administraciones, a la ciudadanía, a grupos conservacionistas, ayuntamientos, cofradías de pescadores, todo el mundo ha ido haciendo aportaciones y, en la medida en que la información que se aportaba se volcaba y se veía que efectivamente estaba bien fundamentada, lógicamente se ha corregido".
Así, todos los polígonos eólicos originalmente incluidos en los primeros anteproyectos de POEMs (o sea, todas las zonas en las que había potencial) se han ido ajustando en función de la información que se ha ido recibiendo, según el Ministerio. "Todos se han ido acotando, en algunos casos han desaparecido, en otros se han reubicado. Prácticamente en todos los casos se han reducido sustancialmente porque se ha ido incorporando toda la información que considerábamos relevante y que permitía ajustar más el criterio de compatibilidad".
Compatibilidad con otros usos, presentes y futuros, como la pesca, la navegación, el turismo de naturaleza o la acuicultura. El impacto en el medio ambiente ha sido la prioridad primera, según Transición Ecológica. El primer paso que ha sido un mapeo de los valores ambientales: espacios y especies a proteger. "Esa es la primera capa de cebolla, la capa primera sobre la cual se van superponiendo las demás. Hay otras dos, limitantes, respecto a los usos, que son la seguridad marítima y la defensa nacional. Pero la primera, el suelo, el límite, es la protección ambiental".
Así las cosas, en total, los POEMs contemplan 19 polígonos susceptibles de albergar aerogeneradores marinos, algo menos de 5.000 kilómetros cuadrados sobre un total que excede el millón, el 0,46% de las aguas territoriales españolas.
El objetivo eólico marino que se ha fijado el Gobierno en su Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (tener entre 1.000 y 3.000 megavatios de potencia en el mar) está asegurado, "de sobra", con ese espacio, según el Ministerio. Dado el tamaño actual de los aerogeneradores marinos (que pueden alcanzar los 14, 15, 16 megavatios por unidad), alcanzar el óptimo de esa horquilla (los 3.000 megavatios) supondría instalar unas 200 máquinas en esos 5.000 kilómetros cuadrados.
No habrá eólica marina frente a Cabo de Gata (Almería), donde la contestación social por mor de la conservación de un espacio natural con grandes valores ha convencido al Gobierno. En Galicia las limitaciones también son considerables. Se ha pasado de más de 4.400 kilómetros cuadrados de zonas de uso prioritario y/o alto potencial a menos de 2.700 autorizados para la instalación eólica. En la demarcación marina noratlántica (Galicia, Asturias, Cantabria y Euskadi), las zonas más próximas a costa autorizadas están a 21 kilómetros de tierra firme. La zona más alejada, a 31. En la demarcación marina canaria, donde también ha habido considerables recortes, la más próxima está a 1.850 metros.
En el caso de las distancias mínimas -explican fuentes ministeriales-, algunas comunidades autónomas han aportado criterios de afectación paisajística para fijar esas distancias. Distancias que se han acordado con las comunidades autónomas. Una que ha tenido mucha actividad en este proceso -señalan desde Transición Ecológica- ha sido Canarias, comunidad que, por las características de su plataforma continental, es la que hubiese necesitado una mayor aproximación a costa. "Lógicamente es la que más interés tenía en ese sentido, y se han incorporado sus aportaciones".
El interés del sector eólico marino también está centrado en el norte de la costa catalana y Baleares. La Demarcación Marina Levantino Balear (LeBa) tiene tres zonas autorizadas. Leba 1: 249,9 kilómetros cuadrados; mínimo de distancia a la costa de 12 kilómetros; en aguas de entre 100 y 500 metros de profundidad. LeBa 2, ya junto a Menorca: 147,35 kilómetros cuadrados; a un mínimo de cinco kilómetros de la costa.
El volumen de información aportada en todo el proceso de participación ha sido "inmenso", según el Ministerio, que ahora ha anunciado que, "con carácter general", va a hacer un "seguimiento puntual del desarrollo, la eficacia, la validez de los planes de ordenación, porque casi podemos decir que en el momento en que se aprueban los POEM para este período de aplicación [2022-2027] empieza el proceso de revisión para el siguiente periodo de aplicación".
Ahora, todos los proyectos eólicos marinos que quieran optar a su instalación en esos 5.000 kilómetros cuadrados habrán de ser sometidos a un procedimiento de evaluación administrativa y ambiental, "con lo cual -apuntan desde el Ministerio- los órganos competentes de las administraciones respectivas van a participar en los procesos de evaluación y, hasta tal punto, que de su participación resultará que los proyectos se aprobarán o no se aprobarán".
La información geográfica utilizada y generada en los POEMs se puede consultar, a la escala y precisión adecuadas, en el sistema de información InfoMar, que además aglutina el conjunto de información generada por las administraciones públicas, en el ámbito de la aplicación de las directivas europeas con incidencia en el medio marino.
Los cinco planes de ordenación del espacio marítimo se revisarán y actualizarán por real decreto a más tardar el 31 de diciembre de 2027.