Han participado en este debate en red el secretario general de la Asociación China de la Energía Eólica, Qin Haiyan; el ingeniero jefe corporativo de Goldwin, Zhai Endi; el director de la división de Línea de Producto Offshore de Envisión Energy, Dick Xie; y, así mismo, expertos del Consejo Global de la Energía Eólica entre los que han estado el consejero delegado de GWEC, Ben Backwell; el director de Estrategia del Consejo, Feng Zhao; y Wanliang Liang. El impacto de la pandemia Covid-19 en la cadena de suministro china se ha substanciado del siguiente modo, según los expertos reunidos por GWEC.
• La mayoría de los fabricantes han mantenido cerrados sus centros de producción durante los meses de enero y febrero, y solo han reactivado la actividad a finales de ese segundo mes.
• Las prohibiciones relativas al tráfico y las medidas referidas a la cuarentena establecidas en China han impactado sobre la cadena de suministro;
• La capacidad de producción referida a componentes y turbinas ha caído drásticamente, y los embarques de turbinas caerán aproximadamente un 30% en lo que resta de año;
• La ejecución de proyectos se ha ralentizado considerablemente. Los expertos estiman que los retrasos rondarán al menos los seis mesas en el caso de los proyectos eólicos terrestres y más aún en el caso de la eólica marina;
• La pandemia ha exacerbado la ya de por sí aguda escasez de componentes clave que padece de modo crónico el sector, agregando tensión al despliegue de potencia eólica en China. Como consecuencia de las medidas establecidas por los gobiernos de Italia, Alemania y Ecuador, ha quedado restringida la importación de materias primas, como la madera (Ochroma pyramidale) y el PVC, y componentes clave, como rodamientos, multiplicadoras y transistores IGBT;
• La conclusión de todo ello es que los proyectos eólicos chinos -aseguran desde GWEC- no pueden ser ejecutados sin la tecnología y los productos procedentes de otras naciones, “por lo que la cooperación internacional es ahora más necesaria que nunca”.
La prima y lo relativo a la conexión de los parques a la red
Los proyectos eólicos terrestres aprobados antes del final de 2018 deben estar conectados a finales de 2020 y los proyectos eólicos marinos, antes de finales de 2021. Pues bien, la Asociación China de la Energía Eólica, habida cuenta de la situación de estrangulamiento de la cadena de suministro, ha solicitado del Gobierno de la nación una prórroga de seis meses para esas conexiones a red. “Según la Asociación -informa GWEC-, el Gobierno chino ha comprendido la situación, y es muy probable que adopte las medidas necesarias para mitigar el impacto negativo del Covid-19, asegurando así la estabilidad de las inversiones, del crecimiento y del empleo”. GWEC cree que el Ejecutivo chino anunciará probablemente esas medidas en una o dos semanas.
Los fabricantes de equipos originales se ponen al día
Goldwind (terrestre)
Todos los proveedores chinos -apuntan desde Goldwind- han reanudado sus actividades habituales, con una tasa de utilización de hasta el 98% de sus instalaciones de fabricación. Sin embargo -matiza este fabricante-, los suministradores localizados en Europa, el Norte de América, Suramérica y Asia (excluyendo a China) han sido impactados por la pandemia de Covid-19 en diversa medida. Ahora mismo Goldwind asegura que mantiene normales sus niveles de producción y entrega y que cuenta con suficiente material en almacén. Las 25 factorías chinas de Goldwind (todas) han reanudado su producción y están operando con absoluta normalidad a día de hoy. El fabricante sin embargo reconoce que las oficinas ultramarinas de Goldwind (las ubicadas allende las fronteras chinas) están cerradas y que sus plantillas continúan trabajando desde casa. Por último, aunque Goldwind ha firmado un primer trimestre de curso relativamente modesto, estima que cerrará el ejercicio 2020 entre los 12 y los 14 gigavatios de potencia entregada, horquilla amplia que define “en función de los variables niveles de optimismo en relación al impacto del Covid-19”.
Envision (eólica marina)
El fabricante Envision asegura que hasta el 99% de sus proveedores produce ya en modo absolutamente normal (la compañía ha fabricado mascarillas, por cierto, que ha distribuido entre sus proveedores). El centro de eólica marina que Envision tiene en Yancheng (Jiangsu) es uno de los centros de ensamblado de turbinas de China que ha vuelto a operar tras la crisis del Covid-19. Una máquina marina Envision de 4,5 megavatios de potencia fue instalada en Zhejiang el pasado 19 de febrero, lo que demuestra -apuntan desde la empresa- que la eólica marina china está en fase de recuperación. La empresa, que presume de contar con una cadena de suministro para sus máquinas de 4-5 megavatios madura, reconoce al mismo tiempo la existencia de problemas de suministro referidos a determinados componentes ya en el primer semestre de 2019, experiencia que ha incrementado la resiliencia del sector. Envision se muestra así convencido de que los suministros van a permanecer estables a pesar del desafío del Covid-19 y se manifiesta confiado en poder atender todos los pedidos del sector eólico marino chino en 2020.
Previsiones para el mercado chino en 2020
La Asociación China de la Energía Eólica (CWEA) estima que, dado el impacto previsible de la pandemia Covid-19, las previsiones originales (el sector estimaba que en 2020 serían instalados en China alrededor de 35.000 megavatios de nueva potencia eólica) deben ser reconsideradas a la baja: entre 20.000 y 25.000 megavatios. La Asociación vislumbra al mismo tiempo un Ejercicio 2021 muy dinámico si, como parece previsible, el Gobierno prorroga la fecha de conexión de los proyectos eólicos que están ahora en curso y padeciendo los problemas de suministro y ejecución asociados al Covid-19: “2021 is likely to be a big year”. CWEA cree que el año que viene China podría conectar alrededor de 30.000 megavatios de nueva potencia en tierra firme. La Asociación anticipa en todo caso dificultades para los ejercicios 2023 y 2024.