En un comunicado, la Asociación Brasileña de la Energía Eólica informa que la energía generada, en un promedio mensual, es "suficiente para abastecer 28,8 millones de hogares por mes, lo que significa una población de alrededor de 86 millones de personas". Desde el año pasado, la energía eólica ha sido la segunda fuente de la matriz eléctrica brasileña.
Otros datos relevantes de ese informe es que, en promedio, en 2019 el 9,7 % de toda la generación inyectada en el Sistema Interconectado Nacional provino de parques eólicos. Respecto a las inversiones, y citando datos de Bloomberg New Energy Finance (BNEF), se informa que el año pasado la industria eólica representó casi 2,6 mil millones de dólares en ese concepto.
Para sumar aún más elementos que destacan este crecimiento, se resalta que Brasil acaba de subir una posición en el Ranking Mundial del GWEC (iniciales en inglés de Consejo Mundial de Energía Eólica), con lo que se coloca en el séptimo puesto; debe recordarse que ocho años atrás, en 2012, ocupaba la posición 15º.
De acuerdo con ABEEolica, varios elementos pueden explicar esta historia de éxito, entre ellos "la excelente calidad de los vientos brasileños", como también "la fuerte inversión de empresas que, en los últimos diez años, han construido una cadena de producción nacional para mantener los compromisos asumidos y el enorme potencial de crecimiento de esta fuente de energía"
Con respecto a la calidad de los vientos, es importante mencionar que Brasil tiene un factor de capacidad (dato que mide la productividad del viento) por encima del promedio mundial. El año pasado, por ejemplo, el factor de capacidad global promedio fue del 34 %, mientras que en Brasil fue del 42,7 %, con un mes promedio que alcanzó el 59 % durante la mejor temporada de vientos.