Kjaer lamenta que el acuerdo de Copenhague represente “el denominador común más bajo” posible entre China y Estados Unidos (EEUU), los principales contaminadores del mundo. Dicho acuerdo, señala Kjaer, "no ofrece ninguna obligación ni un plan concreto para la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero". Lo único que ha hecho ha sido establecer la intención conjunta de “mantener el incremento mundial de las temperaturas por debajo de los 2ºC”.
“Al resto del mundo –incluida la UE, que había ofrecido reducir las emisiones en un 30% respecto a los niveles de 1990 si se llegaba a un acuerdo mundial–, solo le quedaba aceptarlo o no”, dice EWEA. De este modo, “China y EEUU establecieron un nuevo orden mundial en Copenhague”, añade.
“EWEA implora a los lideres mundiales a trabajar de manera infatigable hacia un tratado internacional vinculante el año que viene, y cuanto antes, para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero al menos en un 30% hasta 2020”, dice Kjaer. “El reloj avanza, se requiere acción de manera inmediata y estamos perdiendo tiempo”, avisa.
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