La construcción de esta instalación ha supuesto -explican desde la empresa- un importante reto, "debido a las extremas condiciones meteorológicas registradas en las montañas fronterizas con Bulgaria, donde se encuentra el emplazamiento de esta instalación, con los peores temporales de nieve y fuertes vientos registrados en los últimos 40 años". A pesar de todo, el parque, de 33,6 megavatios y capaz de suministrar electricidad a más de 34.000 hogares, ya está en marcha. Según Iberdrola, el proyecto "ha supuesto un impulso para la economía local, con la participación de las empresas griegas Faraday y Hitachi en los trabajos de construcción y en la obra civil, respectivamente".
Además, Hitachi se ha hecho cargo del montaje electromecánico en la subestación de Patriarchis, propiedad del operador griego de la red de transporte (IPTO), que ha sido totalmente renovada mediante un nuevo sistema de aislamiento de gas (GIS) en el exterior. "De esta forma -explican desde la eléctrica-, se ha evitado ampliar el área de la subestación y el movimiento de tierras utilizando el terreno libre existente, lo que ha reducido significativamente el impacto ambiental de la construcción". Además, durante la ejecución del proyecto se ha reforzado el sistema de comunicaciones de la zona mediante fibra óptica y el montaje de nuevos equipos en las subestaciones adyacentes, propiedad de IPTO, lo que ha servido para mejorar la red de transporte griega.
El grupo Iberdrola está construyendo en la actualidad otros tres nuevos parques eólicos en Grecia, que se sumarán a los 20 emplazamientos que ya opera en el país. Se trata de las instalaciones de Askio II y III (88 MW), en Kozani, y Rokani (18 MW) en Viotia.