Ailes Marines SAS (participada al 70% por Iberdrola) anunció el pasado 16 de septiembre, en el puerto de Brest (Bretaña, Francia), la selección de Navantia-Windar "como proveedor preferente para la construcción de 62 jackets de tres patas, destinadas al campo eólico de Saint-Brieuc (Francia)". Este parque estará integrado por 62 aerogeneradores que se distribuirán por una extensión de 78 kilómetros cuadrados y sumarán una capacidad conjunta de generación eléctrica de hasta 496 megavatios.
Según Navantia, el esquema de fabricación es "el habitual de UTE [Unión Temporal de Empresas] con Windar: las jackets se realizarán en Fene (Galicia) y los piles, en Avilés (Asturias), principalmente". El contrato contempla una parte de contenido local, que se sustancia, concretamente, en la fabricación, en Brest, de nudos inferiores (stabbings) y la estructura de celosía para 34 de las estructuras-soporte. La integración de todos los subconjuntos se realizará completamente en los astilleros gallegos de Fene.
Navantia, que valora este encargo como "el más importante" (en eólica marina) alcanzado por la UTE que forma con Windar, ha anunciado que la firma oficial del mismo tendrá lugar el próximo mes de febrero y que prevé comenzar la fabricación en el verano del año que viene (2020). Este contrato -apuntan desde Navantia- supone "la fidelización como cliente de Iberdrola y la consolidación de Navantia-Windar en este mercado, con oportunidades en otros parques eólicos, tanto de jackets como de subestaciones".
En esa línea, el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, que mantuvo una reunión ayer con el presidente de Iberdrola, José Ignacio Sánchez Galán, destacó ayer el compromiso de Iberdrola con la factoría de Navantia en la ría de Ferrol y el liderazgo del astillero de Fene en la construcción de componentes para parques eólicos marinos.
Según la Xunta, "este nuevo encargo, que superará el importe de 170 millones de euros, se produce cinco años después de la adjudicación a los astilleros gallegos de las jackets destinadas al parque eólico marino alemán Wikinger, que, puesto en marcha a finales de 2017, supuso el primero de estas características promovido al 100% por Iberdrola".
Además de una carga de trabajo para Navantia que podría superar los 20 meses y las más de 1,3 millones de horas, la adjudicación de este nuevo contrato "favorecerá -informa la Xunta- la internacionalización de Navantia con la apertura de un centro de trabajo en Brest, que le permitirá compartir la experiencia en la fabricación de jackets".
Desde 2015, Navantia ha ejecutado seis contratos vinculados a estructuras eólicas. El Ejecutivo gallego calcula que esta línea de trabajo supuso una facturación, entre 2015-2017, de aproximadamente 400 millones de euros, creándose puestos de trabajo de manera continuada con picos de 1.200 personas.