El presidente de Iberdrola, José Ignacio Sánchez Galán, ha visitado Saint-Brieuc, donde ha reconocido el trabajo de los empleados del parque eólico marino, primer proyecto a gran escala de eólica marina en Bretaña y segundo de Francia en producir energía limpia y del parque Baltic Eagle, en el mar del Báltico. "A pesar de los problemas derivados de construirlo en mitad del Covid -explica la empresa en un comunicado-, el proyecto de Saint Brieuc se podrá acabar en plazo, consiguiendo finalizar los trabajos de instalación este año". Según la compañía, ya se han instalado 51 de los 62 jaulas (jackets) y 35 de las 62 turbinas del parque. Además, después de la fase de prueba, el 5 de julio comenzaron a suministrar energía eléctrica limpia las primeras turbinas eólicas.
Saint-Brieuc, parque en el que Iberdrola declara una inversión de 2.400 millones de euros, cuenta con una capacidad total de 496 megavatios repartidos en 62 turbinas de ocho megas (8 MW). La empresa estima que, cuando esté en pleno rendimiento, generará aproximadamente 1.820 gigavatios hora al año, electricidad suficiente como para atender la demanda de 835.000 personas (incluyendo la calefacción), lo que equivale a una población superior a la ciudad de Valencia o casi como la de Marsella.
Además de Saint Brieuc, está previsto que el proyecto eólico marino Vineyard Wind, en Estados Unidos, entre en funcionamiento en el último trimestre de 2023. El parque eólico Baltic Eagle, en Alemania, estará operativo en 2024, y East Anglia 3, en el Reino Unido, y Windanker, en Alemania, comenzarán a producir en 2026.
Iberdrola declara 3.000 MW de proyectos de eólica marina "bajo construcción o asegurados". Estos proyectos -informa- se añadirán a la actual cartera de 1.258 MW de proyectos eólicos marinos operativos, entre ellos West of Duddon Sands, en el mar de Irlanda; Wikinger, en el mar Báltico alemán; y East Anglia One, en el sur del Mar del Norte.