Iberdrola y Vattenfall ya han dado el visto bueno a la adjudicación –a la firma escocesa Woods, con sede en la ciudad de Aberdeen– de un contrato de 23 millones de euros para realizar "todos los estudios meteorológicos necesarios para llevar a cabo este ambicioso proyecto". El acuerdo incluye la construcción y operación por parte de Woods de dos estaciones meteorológicas en las costas de Norfolk y Suffolk. Estas infraestructuras serán fabricadas por la empresa Steel Engineering, también escocesa. Iberdrola prevé que su instalación en aguas británicas "a lo largo del próximo verano".
Las dos estaciones medirán la dirección y la velocidad del viento, la temperatura y la presión atmosférica en un área equivalente a la que ocupa Cantabria, lo que permitirá tomar decisiones fundamentales sobre la ingeniería del proyecto, según informa la multinacional española, que asegura además que, cuando entren en funcionamiento, se convertirán en "las instalaciones meteorológicas más avanzadas del Reino Unido". Según la compañía, gracias a esta adjudicación, "la inversión acumulada en el parque eólico marino de East Anglia, hasta ahora en una fase preliminar de su desarrollo, ya asciende a 62 millones de euros".
Con una capacidad potencial de 7.200 megavatios (MW), este complejo eólico marino está llamado a convertirse, cuando esté operativo, en uno de los mayores del mundo. La instalación, que podría empezar a construirse en el año 2015, prevé proporcionar electricidad a cerca de cinco millones de hogares. Iberdrola dispone de una Dirección de Negocio Offshore, con sede en Escocia, que impulsa la paulatina puesta en marcha de las instalaciones eólicas marinas de su cartera de proyectos: la compañía declara una cartera que "ya suma más de 11.000 MW en todo el mundo y que se centra en el norte de Europa". [Imagen de archivo de Vattenfall, multinacional sueca que pasa por ser el segundo operador de parques eólicos marinos del mundo, tras la danesa Dong Energy].