Gamesa ha iniciado en julio la producción de aerogeneradores en Brasil, con la puesta en marcha de su fábrica de Camaçari, en el noreste del estado de Bahía. Con una capacidad de producción de 400 MW, la fábrica ensambla góndolas para aerogeneradores de dos megavatios de potencia (G9X y G8X). El arranque de las líneas de producción ha tenido lugar seis meses después de que Gamesa anunciase su implantación industrial y comercial en el país, junto con su intención de “convertir a Brasil en uno de sus principales mercados de crecimiento a medio plazo”.
La puesta en marcha de la fábrica de Camaçari implicará la creación de cien empleos directos, según Gamesa, así como el desarrollo de la industria local, que suministrará hasta el 60% de los componentes utilizados por la compañía en la producción de sus aerogeneradores en el país. Según comunicado de la empresa, “Gamesa pretende así responder a la demanda creciente que experimentará el mercado eólico brasileño a corto y medio plazo”. La apuesta de Gamesa por este mercado se centra, hasta el momento, en dos acuerdos de suministro, que suman 300 MW.
El primero le compromete con Iberdrola y afecta a 258 MW repartidos entre nueve parques eólicos que la eléctrica promoverá en el país. El segundo vincula a la multinacional vasca con la corporación gallega Inveravante, que instalará máquinas de Gamesa en su parque de Dunas de Paracuru, en el estado de Ceará, con una potencia de 42 MW. Gamesa afirma que Brasil se configura “como base industrial y operativa desde la que la compañía desarrollará su actividad en otros países del entorno como Argentina, Chile e Uruguay, todos ellos con nuevos proyectos eólicos en los próximos años”.
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