La energía eólica -explican desde el EVE- es una fuente que cuenta con tecnología muy desarrollada y cuya eficacia está plenamente probada gracias a los avances producidos en la última década. Según el Ente, aerogeneradores de alta eficiencia, capaces de trabajar con menores rangos de viento y con potencias unitarias multimegavatio la convierten en la tecnología renovable más madura. Por todo ello -concluye el Ente Vasco de la Energía-, nace Aixeindar, que centrará sus primeros esfuerzos en "analizar las diferentes posibilidades que ofrece el viento en Euskadi, allí donde se den las características imprescindibles para poder desarrollar un nuevo parque, es decir, un emplazamiento que ofrezca un recurso de viento con suficientes horas al año para poder ser aprovechado, accesible y con posibilidad de ser conectado a la red".
Según el Ente, a pesar de las limitaciones territoriales vascas, la energía eólica "aún tienen recorrido", por lo que todas las posibilidades de desarrollo "deben ser estudiadas", algo por otra parte pertinente, habida cuenta de la necesidad -explican desde el EVE- de cumplir con los objetivos de la Transición Energética, "es decir, consumir cada vez menos energía, de manera más eficiente y cada vez más limpia (de origen renovable). En ese sentido, el Ente señala que esa es una exigencia "no solo de instancias europeas o gubernamentales, sino también del conjunto de la sociedad vasca, cada vez más concienciada de la situación de emergencia climática". Según el Ejecutivo vasco, en Euskadi hay 105 empresas que trabajan en el sector eólico y que emplean a 15.000 personas.
"El acuerdo entre el Ente Vasco de la Energía e Iberdrola -concluye su comunicado el EVE- supone una nueva apuesta por una alianza público-privada que ya en los años 80-90 dio excelentes frutos en Euskadi con la puesta en marcha de los primeros proyectos eólicos, que siguen produciendo energía a día de hoy y que han logrado compaginar a la perfección su actividad con el entorno rural y con la actividad ganadera". El parque eólico regional vasco se encuentra a la cola de la clasificación autonómica. De las diecisiete comunidades autónomas españolas solo Cantabria y Baleares tienen menos potencia eólica instalada.