Más de cien mil megavatios de potencia eólica en marcha (100.125, concretamente), 114.000 personas empleadas en el sector, 57.000 aerogeneradores distribuidos por una cuarentena de estados, quinientos centros de producción repartidos por el país y más de mil millones de dólares con los que los propietarios de los parques retribuyen por una parte a los propietarios de los terrenos sobre los que se asientan sus máquinas y, por otra, a las autoridades locales y administraciones estatales (a través de tasas, impuestos y demás gravámenes). Son los números que ha presentado la asociación estadounidense de la industria eolica (AWEA) en el marco de su tercer balance trimestral del año (cierre: 30 de octubre). Según la Asociación, en la base del éxito del sector está la innovación, que ha logrado recortar el coste de la energía eólica en un 69% en esta última década.
Así las cosas, ahora mismo, la producción del parque eólico estadounidense -informa AWEA- sustituye electricidad que si fuera generada mediante la quema de combustibles fósiles en centrales térmicas (de gas o de carbón) produciría emisiones de gases de efecto invernadero por valor de 240 millones de toneladas métricas de CO2, o aproximadamente el 13% de las emisiones del sector eléctrico de los Estados Unidos.
El mejor trimestre de la historia
Según la Asociación, durante este tercer trimestre del año, el sector ha conectado ocho grandes parques eólicos -1.927 megavatios-, lo que han convertido a este en el mejor trimestre jamás registrado en la historia de la eólica estadounidense. En total, en estos nueve primeros meses del año, Estados Unidos ha conectado 3.667 megas de nueva potencia eólica, un 123% más que en los nueve primeros meses del año pasado. Y la fiesta parece llamada a continuar: AWEA prevé un "fuerte despliegue de potencia eólica" en el futuro inmediato. Porque la cartera de proyectos eólicos de corto plazo también ha registrado -según la asociación- un máximo histórico en este tercer trimestre del año, hasta alcanzar los 46,5 gigavatios, o sea, que el país tiene en perspectiva en el corto plazo proyectos que equivalen a más del doble de lo que fue capaz de instalar entre los años 80 y 2008.
En concreto -informa AWEA-, Estados Unidos tiene ahora mismo 22.651 megavatios de potencia en fase de construcción y 23.844 megas en fase avanzada de desarrollo, incluyendo 5.792 megas de potencia eólica marina. Los proyectos anunciados en este tercer trimestre del año -valorados en 10.900 megavatios- han elevado un 11% el peso de la cartera de proyectos en desarrollo con respecto a lo que había registrado en el segundo trimestre del año y un 22% con respecto al mismo período del año anterior. Y la demanda sigue siendo elevada. Los desarrolladores de proyectos los compradores de electricidad han anunciado en este tercer trimestre del 19 acuerdos bilaterales de compra venta directa de energía eólica (PPA, power purchase agreement) por valor de 1.379 megavatios, elevando así hasta los 6.179 megas los acuerdos suscritos en estos nueve primeros meses del año.
Corporaciones como Honda, Sprint o Gap han firmado 888 megas de PPAs, mientras que las grandes compañías eléctricas del país han anunciado planes para erigir y operar instalaciones eólicas por valor de 4.198 megas, incluyendo 2.640 megavatios de potencia marina. En ese sentido, los estados -continúa AWEA-, la eólica marina sigue viento en popa: Nueva York acaba de seleccionar dos proyectos (1.696 megavatios), que deben contribuir a la consecución de su Objetivo 2035 en materia de eólica marina: 9.000 MW; mientras que el estado de Virginia se acaba de fijar como Objetivo 2026 la puesta en marcha de 2.500 megas de potencia eólica marina. AWEA calcula que los ya más de cien mil megavatios de potencia eólica que hay en los Estados Unidos son capaces de abastecer de electricidad a 32 millones de hogares estadounidenses.