La Asociación Empresarial Eólica convocó en vísperas de Nochebuena, el pasado 22 de diciembre, un seminario virtual en el que presentó el estudio El futuro de la eólica marina flotante en España (The Iberian region as a hub for technology development and industrial leadership in the field of floating offshore wind). La presentación corrió a cargo concretamente de Javier Sanz, experto líder en materia de energías renovables (Renewable Energy Thematic Leader) del EIT InnoEnergy, organismo europeo especializado en la promoción, desarrollo, acompañamiento y financiación de proyectos emergentes de base tecnológica (este organismo ha conducido el estudio, que ha sido elaborado por la consultora Enzen). El informe en cuestión repasa las fortalezas ibéricas (de España y Portugal) en materia de energía eólica marina flotante y avanza algunos titulares que no tienen desperdicio. Para empezar, el que abre el primer párrafo de esta crónica: 8 de los 34 prototipos de soluciones flotantes para aerogeneradores marinos que hay ahora mismo en el mundo son de Marca España.
Según el estudio, España es ahora mismo líder en plataformas flotantes de acero y sistemas de amarre de acero, y se encuentra en el grupo de cabeza (junto a Francia, Dinamarca, Noruega y Alemania) en palas, torres, plataformas flotantes de hormigón, subestaciones y amarres sintéticos. El sector eólico nacional solo se encontraría en desventaja competitiva con respecto a esas naciones europeas en cables submarinos y góndolas.
"España es un referente mundial en el desarrollo de tecnología eólica flotante; copa alrededor del 25% de todo el desarrollo tecnológico", ha dicho el director general de AEE, Juan Virgilio Márquez, durante la presentación del seminario.
Y ese 25% puede ser todo un trampolín para la creación de empleo y riqueza para el país, porque, por una parte, estamos hablando de una tecnología (la eólica marina flotante) que está a punto de despegar (todavía no está claro cuál de los 34 desarrollos tecnológicos ganará cuánto mercado), y, por otra parte, estamos hablando de un mercado potencial de dimensiones colosales. Según los datos que ha repasado Sanz durante su presentación, el potencial bruto de la eólica marina flotante (la única que puede operar a partir de los 50/60 metros de profundidad, porque a partir de ahí clavar un aerogenerador en el fondo y que la torre lo lleve por encima de la superficie es muy caro) es de alrededor de 95.000 gigavatios. Y de esos 95.000 gigas de potencial eólico marino flotante, entre 11.000 y 22.000 podrían ser instalados en torno a la península ibérica.
Y el baile está a punto de empezar
Ahora mismo, no hay ningún parque eólico marino flotante de escala comercial en el mundo. Según ha explicado Javier Sanz durante la presentación del estudio de EIT InnoEnergy, actualmente hay (1) algún proyecto piloto flotante en el entorno de los cincuenta megavatios (50 MW), "pero no son proyectos de escala comercial todavía"; (2) alrededor de medio centenar de proyectos ya identificados en todo el mundo, por valor de más de 11.000 MW (en Francia, Alemania, Japón, Noruega, Portugal, Corea del Sur, España, Reino Unido y Estados Unidos); y (3) un potencial en la península ibérica, "en un escenario optimista, de 22.000 MW, o la mitad, 11.000, en un escenario menos optimista".
Según el director general de la AEE, Juan Virgilio Márquez, que ha conducido el seminario, "con el nivel de ambición que tiene el sector, en 2030 podríamos llegar en España a los 3.000 MW de eólica marina, principalmente flotante".
Curiosamente, en su Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030, el Gobierno apenas atiende a la eólica marina. El Plan marca como objetivo eólico a diez años vista ("eólica terrestre y marina", dice) la instalación de 22.000 MW de potencia en España, pero no especifica en ninguna parte el objetivo marino, aunque reconoce "un elevado potencial en España con tecnología flotante en el horizonte 2030". El sector sin embargo cree que ese horizonte ya está aquí, y pide por eso un marco de apoyo a la I+D y un marco retributivo específico para materializarlo y convertir España en un "hub" global de desarrollo tecnológico e industrial del sector eólico marino flotante.
Las circunstancias
La eólica de aguas someras, la que "clava" las torres en el fondo, ha triunfado donde el lecho marino se halla a 10, 20, 30, 40, 50 metros de la superficie. Pero, a partir de los 50/60 metros, ya no es rentable instalar aerogeneradores en el mar. Ya no lo es... a menos que sean flotantes... y que las soluciones flotantes sean viables económicamente. Y en esa carrera (la de hacer económicamente viables esas soluciones) están embarcados los 34 desarrolladores (8 españoles) que ahora mismo compiten por un mercado que todo el mundo sabe multi-multi millonario.
"Básicamente -ha dicho Sanz- el desarrollo tecnológico está concentrado en Estados Unidos, en Asia (y fundamentalmente en Japón) y en Europa. Pero es que si uno mira el contexto global, es destacable la capacidad de desarrollo tecnológico que se está manifestando en la península ibérica, especialmente en España".
En nuestro país no ha prosperado la eólica marina porque, apenas unos metros más allá de la línea de playa, la profundidad de las aguas es muy elevada. Pero las soluciones flotantes superan esa barrera. Y el sector eólico nacional, uno de los más potentes del mundo en eólica terrestre, no solo lleva ya unos años buscando esas soluciones, sino que ya ha empezado a encontrarlas.
Javier Sanz, experto líder en materia de Energía Renovable del EIT InnoEnergy: "creemos que en la península ibérica, y en particular en España, existen los cimientos que permitirían un desarrollo tecnológico industrial [en materia de eólica marina flotante] llamado a servir de motor económico y de creación de empleo. Y creemos que uno de los mercados que va a ayudar a que despegue la flotante puede ser el mercado de las islas. Este tipo de tecnología ya podría tener a fecha de hoy un encaje muy interesante en nuestras Islas Canarias, ahorrando costes incluso".
La ventana de oportunidad es enorme
En aguas profundas, más alejadas de la costa, el recurso es mayor y las máquinas en las que el sector ya está trabajando más potentes: hasta el doble y el triple que las terrestres. Y la escalada (hacia aerogeneradores cada vez más potentes) y la caída (de costes de generación de electricidad) están siendo vertiginosas. En 2015, frente a las costas de Portugal, el proyecto piloto de Principle Power -ha explicado Sanz- consiste en la instalación de un aerogenerador de dos megavatios sobre una plataforma flotante. Pues bien, ahora mismo, "en menos de cinco años, se están haciendo pilotos con máquinas que están en los diez megavatios". Sanz ha mencionado los ejemplos de Equinor, Cobra, WindFloat. Frente a ellos, "las máquinas más grandes que se están desarrollando comercialmente en tierra -ha comparado- están en el orden de los cuatro y seis megavatios". Pero es que hay más: "ya se están planteando proyectos flotantes con máquinas que todavía no han salido del diseño pero que están en el rango de los 12 a los 18 megavatios".
Con los costes está sucediendo lo mismo, según el estudio que ha presentado Sanz: hemos llegado a la conclusión -ha dicho- de que "sí se está produciendo esa reducción tan agresiva en precios y de que sí que es esperable que, en un plazo que no es muy lejano, alrededor de 2030, estemos en precios de energía entre 50 y 60 euros megavatio". En las Islas Canarias la eólica marina flotante ya sería competitiva, según Sanz, porque allí la generación de electricidad con diésel es muy cara a día de hoy. Según el Anuario Energético de Canarias 2018, que es el último publicado (lo fue el pasado mes de julio), el coste de generar un megavatio hora en Canarias en 2018 quedó en 151,71 euros.
Además, es posible que la carrera se acelere y que la eólica marina flotante alcance antes de lo que imaginamos esa competitividad global tan deseada, competetividad no solo en islas como las Canarias, sino en cualquier otro mercado. "Cuando hicimos el estudio aún no se había manifestado el impacto del Covid en toda su virulencia" -ha dicho Sanz-, y ese impacto, terrible en términos sanitarios y de pérdida de vidas, ha resultado sin embargo "bastante positivo para las energías renovables". Y ha resultado -está resultando- positivo por el plan de reacción de la Unión Europea. "En ese contexto, me gustaría reseñar que lo reflejado en este estudio se está quedando incluso corto, porque el fomento de toda la industria alrededor de las renovables se está convirtiendo en uno de los ejes de recuperación tanto de la economía como de los puestos de trabajo".
Las cifras que sobre ambos ítems ha referido Sanz, cifras pre-covid, son muy atractivas para España. Según el estudio de EIT InnoEnergy, en cuya elaboración han participado la consultora Enzen y la ingeniería Seaplace, en España, en 2050, "la contribución al PIB [de la eólica marina flotante] oscilaría entre 84.000 y 146.000 millones de euros, y la creación de puestos de trabajo, entre 40.000 y 80.000".
Para mucho antes de esa fecha, para ya, el sector le pide a la Administración que actualice el marco regulatorio, que asigne recursos para impulsar la I+D (para que ella pueda dar ese empujón definitivo hacia la competitividad que aún resta) y que establezca mecanismos -basados en las mejores prácticas- que impulsen la inversión de la eólica marina en España de forma ordenada, mecanismos como un marco retributivo y subastas diseñadas ad hoc.
Juan Virgilio Márquez: "tiene que haber una estrategia concreta en España, con cifras concretas, con acciones concretas, con metas, como tienen otros países. La eólica es una realidad industrial, pero puede ser una oportunidad industrial y de puesta en marcha de parques, y gracias a esos parques, con una dimensión tractora, puede tirar de toda una cadena industrial y de innovación de primer orden. Pero para todo eso necesitamos una visión, una visión pública con una estrategia concreta. Se está desarrollando una estrategia de eólica marina con el IDAE y tenemos que encajar todo esto: el nivel de ambición que necesitamos como país, el nivel de potencial que tenemos como industria, para aprovechar el valor añadido de aportación al PIB, el valor añadido macro que tienen este tipo de oportunidades, y ver cómo lo encajamos en la normativa, con la regulación del espacio marítimo, etcétera. Hay otros países que ya lo tienen muy claro, tienen cifras concretas; su desarrollo portuario se está enfocando en sus estrategias de eólica marina; y tenemos que ser ágiles en ese sentido. Yo creo que con el trabajo que estamos haciendo desde el sector, desde el IDAE, desde el Ministerio, creo que vamos a tener a lo largo del mes de enero sin ninguna duda un documento de estrategia de eólica marina que sea una referencia"
En el horizonte, un mercado potencial valorado en 95.000 megavatios de potencia eólica marina flotante, según el estudio de EIT InnoEnergy, un mercado potencial frente al cual España se encuentra muy bien posicionada:
(1) porque su sector eólico nacional se ha desarrollado de manera extraordinaria (y madurado hacia la excelencia) en tierra firme durante el último cuarto de siglo;
(2) porque la Marca España ya es todo un referente en eólica marina fija (empresas gallegas, asturianas, vascas y andaluzas llevan ya años produciendo componentes para los parques eólicos marinos del norte de Europa, donde las aguas sí son someras y el sector ha podido crecer, cimentado al lecho marino y sin necesidad de soluciones flotantes);
(3) España está muy bien posicionada además porque su sector eólico lleva mucho tiempo apostando fuerte por la I+D en general y la flotante en particular (en 2019, el esfuerzo en investigación y desarrollo de la industria eólica española ha alcanzado el 4,19% de su contribución al Producto Interior Bruto, cuando la media en España es del 1,24);
(4) porque ese esfuerzo encima se está materializando en resultados cada vez más concretos (8 prototipos de los 34 en liza son Marca España, como se apuntaba arriba);
(5) porque el sector naval tiene claro desde hace mucho tiempo que sus sinergias con la eólica marina son un filón de empleo y riqueza y resulta que el sector naval nacional es también un referente en su gremio a escala global ("uno de los retos a los que nos enfrentamos van a ser las inversiones que hay que hacer en astilleros e instalaciones portuarias, es un sector -ha dicho Sanz- con el que hay que ir de la mano");
(6) y porque son muchas las oportunidades que se están asomando por esa ventana azul.
Juan Virgilio Márquez: "en la AEE lo tenemos muy claro: tenemos que reproducir el caso de éxito que ha sido la eólica terrestre en el caso de la eólica marina flotante"
De las oportunidades que se avecinan ha hablado Javier Sanz en el tramo final del seminario telemático.
Estas son algunas perlas
«La eólica flotante va a aportar una capacidad de generación que posiblemente va a desbordar la capacidad de la red. Así que, cuando estamos hablando de la eólica flotante tenemos que pensar no solamente en las inversiones que van a ser necesarias para su desarrollo sino también en los posibles cuellos de botella que se produzcan en determinados aspectos»
«Hay gente que está visualizando cómo ahorrarse todos los costes de conexión a la red y dedicarse solo a transformar el cien por cien de la energía en hidrógeno»
«Hay mercados que van a emerger muy rápidamente, que ya están poniendo indicaciones, como el transporte marítimo. En Noruega en breve no van a poder entrar barcos que emitan CO2, no va a valer el bunker, los diésel pesados o el gas natural, y tendrán que emplear amoníaco verde, hidrógeno verde»
«Con máquinas de clase uno, y factores de capacidad que están entre el 40 y el 60%, estamos acercándonos a tener una fuente de generación cada vez más cercana a una generación base»
«Algunos cuellos de botella los puede obviar [la eólica flotante], como el acceso al barcos pesados, necesarios para la eólica fija, pero que en algunas soluciones flotantes va a poder ser obviado. El aerogenerador puede ser remolcado a puerto y hacer allí las operaciones que tengas que hacer, como si fuera un aerogenerador terrestre. Otra ventaja: es mucho más fácil desmantelar un parque flotante que uno fijo. Estas ventajas comparativas y otras van a hacer que en emplazamientos marinos que sean viables económicamente con cimentación fija haya gente que se los empiece a plantear hacerlo flotante»
La Asociación Empresarial Eólica (AEE) ha presentado al Gobierno un conjunto de propuestas enfocadas a la reactivación de la economía. Son 9 programas concretos que deberían ser financiados con los fondos de reconstrucción europeos que se han asignado a España (140.000 millones de euros, M€). La AEE estima que los 9 programas impulsarían la creación de más de 30.000 puestos de trabajo y permitirían activar inversiones privadas por valor de más de 12.000 millones de euros. Dos de ellos están directamente vinculados a la eólica marina.
• Plataformas de ensayos en aguas profundas para prototipos de eólica marina y energías marinas
Medida: construcción y puesta en marcha de al menos 2 plataformas de ensayos para proyectos de eólica marina y energías marinas, con capacidades para integrar instalaciones de almacenamiento, ubicadas en emplazamientos de aguas profundas, como Canarias y/o la vertiente cantábrica.
Objetivos: entre otros, superar las limitaciones que presentan las plataformas oceánicas existentes (BiMEP, en aguas vascas, y Plocan, en Canarias) en cuanto a número de posiciones, potencia de interconexión a red,restricciones de altura (servidumbres aeronáuticas) y recurso eólico disponible (vientos bajos).
Tipo de ayuda: financiación de consorcios públicos, con participación de la Administración General del Estado, Comunidades Autónomas, y con la posible participación de entidades públicas como el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía, universidades y/o centros tecnológicos, para el desarrollo y la construcción de las plataformas de ensayo (infraestructuras marinas, posiciones de anclaje, subestaciones eléctricas, puntos de conexión a la red, sistemas de información y comunicaciones) enfocadas a la eólica marina flotante.
Fondos totales estimados: 200 M€ para 2 plataformas de ensayo de aguas profundas de 50 MW cada una. (Referencia: consultas a empresas relevantes del sector).
• Proyectos tractores de eólica marina flotante en España
Tipo de ayuda: 400.000 € por MW de nueva potencia/ 50.000 € por MWh de almacenamiento, como complemento a las futuras subastas de eólica marina. (Referencia:
13% del coste de un parque eólico flotante)
Fondos totales necesarios: 136 M€ (ejemplo: 310 MW de nueva potencia y 60 MW de almacenamiento = 124 M € para 310 MW de nueva potencia + 12 M € para 60 MW/240 MWh de almacenamiento)
Javier Sanz: "lo que nos dice el estudio es que tenemos los cimientos como para construir -como decía Juan Virgilio al principio del seminario- para que esto sea ese motor industrial y de desarrollo tecnológico que fue en su día la eólica terrestre. Yo creo que tenemos una oportunidad que se da pocas veces, y es que pase por segunda vez el tren por delante de tu puerta. Y creo que los gaps o los huecos de desarrollo que tenemos que enfrentar no son excesivamente grandes. Es más bien un tema de voluntades y de que seamos capaces de trabajar entre todos para empujar y de que sea también parte de la agenda de la administración»