Según las previsiones del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), España dispondrá en el año 2010 de 9.000 MW de potencia eólica, –tantos como los instalados actualmente en toda la Unión Europea– lo que servirá para ahorrar anualmente1,6 millones de toneladas de petróleo. Los especialistas han calculado que el potencial eólico técnicamente aprovechable es de 15.000 MW.
El empleo de la energía del viento evitará la emisión de quince millones de toneladas de CO2 y de 180.000 toneladas de dióxido de azufre, causantes respectivamente del efecto invernadero y de la lluvia ácida. Por comunidades autónomas, las previsiones para 2010 sitúan a Galicia a la cabeza, con 3.000 MW de potencia. Le siguen Andalucía, con 1.100; Aragón, con 1.000; Castilla y León, con 850: Navarra, con 635; Cataluña, con 500; Castilla-La Mancha, con 400; Asturias, Murcia y Cantabria, con 300; Comunidad Valenciana, con 290; Canarias, con 250; Extremadura, con 225; País Vasco, con 200; La Rioja, con 100; Baleares, con 75, y Madrid, con 50.
Galicia es en la actualidad la primera potencia eólica de España, con 443 MW. Le siguen Navarra, con 328 MW; Aragón, con 242 MW; Andalucía, con 129 MW y Castilla y León, con 124 MW. Detrás se sitúan Castilla-La Mancha, con 111 MW; Canarias, con 96 MW; Cataluña, con 60 MW y la Comunidad Valenciana, con 3 MW. En total, 1.542 MW, que siguen aumentando a gran velocidad.
La energía eólica tendrá una importante aportación si se quieren cumplir las directrices del «Libro Blanco de las Energías Renovables de la Unión Europea». Las autoridades comunitarias exigen que en 2010, un 12% de la demanda de energía eléctrica esté cubierta con energías renovables. Un parque de 15 MW genera energía eléctrica suficiente para atender las necesidades de unas 20.000 familias.
Las inversiones en energía eólica superan ya los 100.000 millones de ptas anuales, en los que hay que incluir distintas actividades industriales, como la fabricación de componentes palas, turbinas, torres, góndolas, generadores y plantas de ensamblaje, además de la promoción de los parques. Ello ha permitido que el coste por kW instalado pasara de 275.000 ptas en 1986 a las 150.000 ptas actuales. Las fábricas españolas atienden no sólo las necesidades de los parques eólicos de nuestro país. Ya se exportan a China, Dinamarca y Cuba, entre otros.
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