El emplazamiento escogido se halla cerca de Silverston, en el oeste del estado de Nueva Gales del Sur. El proyecto plantea la instalación de aproximadamente medio millar de turbinas, de entre 2 y 2,5 megavatios de potencia unitaria. La planta generaría, según cálculos de Epuron, el equivalente al consumo eléctrico de más de 400.000 hogares en un año (un tercio de la población de Sidney, capital del estado de Nueva Gales del Sur).
Hasta la fecha, en todo el estado de Nueva Gales del Sur, el más poblado de Australia, hay instalados sólo 17 MW de energía eólica. A lo largo de 2007 fueron instalados menos de 100 MW eólicos en toda la isla. El total nacional acumulado se encuentra así por debajo de los 900 MW.
No obstante, tras las pasadas elecciones en Australia, celebradas hace poco más de un mes, una de las primeras medidas tomadas por el nuevo gobierno fue la firma del Protocolo de Kioto. Según el director de Epuron, Joachim Müller, “las renovables están empezando a crear una fuerte demanda en Australia y nuestra cooperación nos situará en una buena posición para cubrir esta creciente necesidad de energías alternativas”.
Con la firma del Protocolo, efectuada inmediatamente después de que el Partido Laborista recuperase el gobierno tras once años de supremacía conservadora, Australia se compromete a que al menos un 20% de la energía producida antes de 2020 provenga de fuentes renovables, según señala Epuron.
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