Las aguas que rodean la península ibérica ganan profundidad muy aprisa. A diferencia de lo que ocurre en los mares del norte de Europa, donde es posible alejarse decenas de kilómetros de la costa sin que el lecho marino alcance la hondura que alcanza aquí a solo unos centenares de metros de la playa, en el Cantábrico, en el Mediterráneo, en el Atlántico, donde las aguas son en seguida muy profundas. Ello ha impedido que el sector eólico haya prosperado mar adentro en torno a las costas de España. Porque en aguas profundas la longitud de las torres que sostienen las turbinas eólicas ha de ser mayor (más acero, más dinero) y porque, además, cimentar aerogeneradores al lecho marino es mucho más complejo y así mismo caro que hacerlo por ejemplo en las aguas someras del mar del Norte o el Báltico. El turismo ha sido la otra gran barrera al despliegue de parques eólicos marinos en torno a las costas de España. El previsible impacto paisajístico de parques eólicos más o menos próximos a la línea de playa, o a la vista de los bañistas, ha resultado disuasorio.
Los mares que bañan las costas del norte de Europa no han tenido esas barreras: sin turismo ni aguas profundas la eólica marina ha prosperado allí como en ningún otro lugar del mundo. Según la asociación europea de la industria eólica, WindEurope, ahora mismo hay mar adentro, frente a las costas del Viejo Continente, 25.000 megavatios de potencia eólica, distribuidos, lejos de España, en aguas territoriales de 12 naciones distintas. En 2020, el año del Covid, el sector ha conectado 2.900 megas (356 aerogeneradores, repartidos en 9 parques marinos). Y las expectativas son más que positivas. Según la AEE, "el marco internacional es claramente favorable para la eólica marina como tecnología clave en el cumplimiento de los objetivos de descarbonización". El discurso de las agencias internacionales va en sintonía. Según las previsiones de la International Renewable Energy Agency (Irena), para cumplir con los objetivos del Acuerdo de París, la potencia total de eólica marina necesaria a nivel mundial deberá ser de 228 GW en 2030 y de 1.000 GW en 2050.
Y llegamos a 2021
España no tiene eólica marina en fase comercial (solo prototipos en áreas acotadas para el ensayo, en Canarias, Euskadi y Cantabria), pero España cuenta hoy, como ayer, con 6.000 kilómetros de costa "en los que existe recurso eólico estable y abundante", según la AEE. Cuenta hoy pues con el recurso, como ayer, y cuenta con algo (en realidad una conjunción de factores) con lo que no ha contado hasta ahora: marco político, capacidad industrial en los dos sectores clave (el eólico propiamente dicho y el naval), interés por parte de los inversores y las soluciones tecnológicas (flotantes) que hasta ayer solo estaban sobre el papel, pero que ahora ya son realidades tangibles.
«La implementación de las políticas de lucha contra el cambio climático y transición energética, junto con las capacidades industriales de los sectores eólico y naval, el interés real de los inversores, y la fuerte reducción de costes, convierten al momento actual en una gran oportunidad para explotar el gran potencial de eólica marina existente en nuestro país»
Lo dice la Asociación Empresarial Eólica: el momento actual, una gran oportunidad. ¿Y por qué es este el momento? Pues porque el sector ya ha desarrollado las soluciones flotantes (plataformas sobre las que instalar los aerogeneradores) que hacen posible alejar la eólica de la costa. Ya no es necesario cimentar las máquinas en el lecho marino y, además, el impacto visual queda minimizado o sencillamente invisibilizado a ojos de los bañistas.
Oportunidad para el sector. Y oportunidad para España. Porque la Asociación considera que el avance que ha experimentado la eólica flotante en los últimos años constituye "un vector de desarrollo adicional para España, al abrir la puerta a nuevos emplazamientos más alejados de la costa, con factores de capacidad muy elevados, y que permiten una disminución sustancial del impacto ambiental y visual" respecto a los proyectos presentados antaño.
Así las cosas, la AEE maneja estas previsiones
* En 2030 la capacidad de instalación anual de marina podría superar a la terrestre. Se estima que la eólica marina suministrará el 14% de la demanda de electricidad en la Unión Europea.
* Se estima un potencial de 300.000 puestos de trabajo en la Unión para 2030.
* El desarrollo de la eólica flotante en España -adelantan desde AEE- debe aprovechar las ventajas que aporta la apertura de nuevos emplazamientos más alejados de la costa, que permiten una disminución sustancial del impacto ambiental y visual respecto a antiguos proyectos de cimentación fija presentados hace más de una década y que presentan factores de capacidad muy elevados que pueden superar 4.000 horas equivalentes (4.000 horas funcionando a plena potencia, porque el viento mar adentro sopla más que sobre tierra firme, donde los aerogeneradores producen 2.300-2.500 horas de las 8.760 horas que tiene un año).
* Por fin, según la Asociación, “la situación actual de la tecnología de eólica flotante permite a día de hoy la instalación de grandes parques comerciales, lo que además puede compaginarse con el impulso de parques demostrativos que apoyen la validación de las tecnologías flotantes españolas en curso de desarrollo”.
Estrategia para el Desarrollo de Eólica Marina en España
España -sostiene la AEE- tiene la oportunidad de capitalizar las ventajas de ser un “first mover” para maximizar los beneficios económicos locales de una cadena de suministro naciente en esta industria. “Sin embargo -alerta la patronal-, sin una Estrategia clara y ambiciosa, con acciones concretas en el corto plazo, esta oportunidad se diluirá en favor de otros países europeos que ya se encuentran desarrollando el mercado y disponen de instrumentos de apoyo específicos”.
Esta es la propuesta AEE en materia de eólica marina
* Aprobar la Estrategia de Eólica Marina y Energías del Mar en el corto plazo, con objetivos concretos como se han incluido en otras Estrategias/Hojas de Ruta lideradas por el Gobierno. De este modo, se dará una visión del nivel de ambición como país, tan importante en la atracción de inversiones. Habrá que considerar aspectos diferenciadores respecto a otros países de nuestro entorno, como la posición geoestratégica de España respecto a mercados energéticos emergentes, o la ubicación estratégica como “Frontera Sur de Europa” con los condicionantes de seguridad que implica, entre otros. Estos aspectos diferenciadores, además de retos, suponen oportunidades claras para que la eólica marina aporte mayor valor añadido en los ámbitos económicos y de seguridad.
* Actualizar RD 1028/2007 para adaptarlo al marco regulatorio vigente, así como al enfoque de desarrollo de la eólica marina en España que incluya la Estrategia.
* Obtener los Planes de ordenación del Espacio Marítimo (POEM) de forma coherente con la Estrategia.
* Avanzar en el diseño de Subastas de Eólica Marina para, una vez solventada la ordenación del Espacio Marítimo, poder convocar subasta en el plazo más corto posible. A este respecto -sugieren desde AEE-, se podría avanzar en una subasta específica en las Islas Canarias, aprovechando las condiciones favorables para iniciar el despliegue de la eólica marina flotante, basándose en el coste evitado para el sistema eléctrico y para los Presupuestos Generales del Estado. En el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 ya se ha detectado -recuerda la AEE- la oportunidad en el corto plazo que tendría la utilización de los territorios insulares de Canarias como tractores y “punta de lanza” para el despliegue de la eólica marina, por su mayor impacto en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y por el factor del coste.
* Liderar el posicionamiento europeo en eólica marina flotante. La Península Ibérica como “Hub de cadena de valor completa de la Eólica Marina Flotante”. España cuenta con un fuerte tejido empresarial, industrial y de innovación muy focalizado en la eólica marina flotante, el cual le permite abarcar prácticamente la totalidad de la cadena de valor, a pesar de no contar con ninguna instalación en nuestro país. Estas condiciones favorecen que España apueste por ejercer un papel de liderazgo en el desarrollo de la eólica marina flotante, lo que supondría un vector de desarrollo económico importante para muchas regiones, así como una herramienta adicional para implementar las estrategias de transición justa hacia sectores renovables con una fuerte implantación industrial y capacidad de generación de empleo.
La industria española de eólica marina
Según la Asociación Empresarial Eólica, España cuenta en la actualidad “con un fuerte tejido industrial y empresarial enfocado a la eólica marina, surgido en gran medida del liderazgo y de la experiencia adquirida durante los más de 20 años de implementación de eólica terrestre y de las sinergias con el sector naval”. La presencia de la industria española en el mercado actual de la eólica marina es, así, “indiscutible”, habiéndose posicionado ya como uno de los principales polos europeos de conocimiento y suministro para el mercado internacional. De hecho -destaca la AEE-, numerosas empresas y consorcios españoles participan con éxito en estos mercados, exportando componentes y servicios en toda la cadena de valor de los parques offshore europeos.
La eólica marina en España presenta además sinergias muy importantes con otros sectores estratégicos, como son la industria de construcción naval (astilleros), el sector marítimo-portuario y la ingeniería civil, para los que la eólica marina se ha convertido en un mercado potencial muy importante en sus estrategias de diversificación de negocio y estabilización de cargas de trabajo.
La fabricación de grandes estructuras (fijas, flotantes o incluso subestaciones offshore completas) y diversos componentes eólicos en los astilleros españoles, ubicados en zonas próximas a los puertos y que además cuentan con una dilatada experiencia en los procesos de fabricación de productos metálicos, “está suponiendo una gran oportunidad para la diversificación del negocio de la Industria Naval”, según la AEE.
Algunos de los astilleros y puertos españoles -apuntan desde la Asociación- están ya actuando como polos logísticos y de fabricación, combinando la actividad propia del sector naval, como la construcción de buques de servicio para parques eólicos marinos, con la construcción de grandes estructuras soporte y componentes eólicos para su uso en el mar.
Además -adelanta la AEE-, el desarrollo y la futura operación de parques eólicos marinos en España está llamado a dar lugar “a un nuevo mercado de reparación y mantenimiento, muy interesante para la industria naval española”. Por todo ello -concluye la patronal-, las medidas de impulso a la eólica marina generarán “beneficios directos sobre estos sectores estratégicos, tradicionalmente sometidos a fuertes oscilaciones de mercado”.
AEE detalla los eslabones de la cadena de valor de un parque eólico
A la cadena de valor eólica anterior hay que sumar los equipos, componentes y servicios específicos de la eólica marina, los cuales también pueden ser suministrados por empresas españolas. La Asociación destaca los siguientes.
- Estudios de ingeniería, emplazamiento y evaluación de recurso marino y condiciones de clima marítimo.
- Campañas geofísicas, estudios batimétricos y geotécnicos.
- Sistemas flotantes con tecnología Lidar para la medición recurso eólico marino.
- Estructuras de soporte de aerogeneradores, fijas o flotantes, que pueden ser de acero, hormigón o mixtas.
- Estructuras tipo Jack-up para instalación de aerogeneradores.
- Sistemas de anclaje (cadenas) para estructuras marinas.
- Buques de instalación y buques de apoyo a parques eólicos marinos, para instalación de las estructuras soporte y/o de los propios aerogeneradores, así como para su mantenimiento y desmontaje. Debido a las grandes dimensiones de los aerogeneradores offshore, la instalación de parques eólicos marinos requiere de buques muy especializados que incorporan grúas de grandes dimensiones, de los cuales existe poca oferta en el mercado. El sector naval español tiene mucha experiencia en la construcción de buques de apoyo para el sector offshore de oil & gas, que puede ser aprovechada para la construcción de buques especiales para eólica marina.
- Buques y plataformas para la instalación de las estructuras soporte y/o de los aerogeneradores, así como para su mantenimiento y desmontaje.
- Embarcaciones de servicio/O&M para parques eólicos marinos tipo SOV (Service Operation Vessel) o tipo catamarán.
- Subestaciones eléctricas offshore de corriente continúa o alterna.
- Fabricación e instalación de cables submarinos.
La Asociación Empresarial Eólica considera imprescindible montar parques marinos aquí
Al igual que ocurrió hace años con la eólica terrestre -señala la AEE-, el desarrollo de un mercado “local” de eólica marina en España resulta “fundamental para sostener la industria offshore española y mantener su competitividad, ante la fuerte presión de los mercados, la concentración empresarial y los elevados costes logísticos de este negocio, que están marcando una tendencia de aproximar los centros de producción hacia las zonas de instalación”.
Cómo está la tecnología
• La tecnología de eólica marina de cimentación fija, con más de 23.000 megavatios de potencia instalados en todo el mundo, ha experimentado un avance impresionante desde la instalación de los primeros parques. Los esfuerzos en I+D+i enfocados a la reducción de costes, basados en turbinas eólicas de mayor tamaño y mejor aprovechamiento del viento, así como la optimización de las tecnologías implicadas y de sus procesos productivos, han permitido reducir radicalmente el coste de producción de la electricidad eólica marina (hasta un 70% de reducción en menos de 5 años). Las últimas subastas europeas han conseguido unas reducciones muy significativas de precios, llegando incluso a tarifas inferiores a cincuenta euros el megavatio hora (50€/MWh).
• En determinadas circunstancias, el coste de producción de la eólica marina ya es competitivo en algunos mercados europeos con el resto de las energías, como es el caso de Alemania u Holanda, en los que se han otorgado proyectos sin necesidad de soporte adicional por parte del Estado (los denominados “zero-subsidy” o “merchant projects”), lo que nos anticipa -apuntan desde AEE- respecto a las predicciones más optimistas realizadas años atrás.
• La eólica marina flotante ha dejado de ser un nicho tecnológico, y ya permite la instalación de parques comerciales en emplazamientos de aguas profundas, precisamente aquellos que mejor se ajustan a las características del litoral español. Para el horizonte 2030 se espera una rápida evolución y maduración de la energía eólica marina flotante en Europa, con una reducción de costes todavía mayor, desde los actuales 180-200 €/MWh hasta 100-80 €/MWh en 2025 y 40-60 €/MWh en 2030.
• En la actualidad existen al menos tres ejemplos de soluciones flotantes, con distintas tecnologías (semi-sumergible, spar y barge), que ya han superado la instalación de proyectos precomerciales y que demuestran la madurez tecnológica necesaria para competir en el mercado. Por tanto, en la actualidad ya existe garantía de concurrencia si se establecen mecanismos competitivos para la instalación de parques comerciales, tanto a nivel de tecnologías flotantes, como de fabricantes de aerogeneradores o del resto de componentes de un parque eólico marino.
La Asociación Empresarial Eólica se define como “la voz del sector eólico en España” y defiende sus intereses. Con más de 200 empresas asociadas, representa a más del 90% del sector en el país, que incluye a promotores, fabricantes de aerogeneradores y componentes, asociaciones nacionales y regionales, organizaciones ligadas al sector, consultores, abogados y entidades financieras y aseguradoras, entre otros.