El pasado 4 de junio, el Gobierno de Canarias anuncia que la empresa pública noruega Equinor invertirá 860 millones de euros “en los próximos años” en el que está llamado a convertirse en el primer parque eólico marino de España. Según el comunicado que difunde ese día el Ejecutivo regional, la empresa escandinava ya ha sido autorizada a instalarse en la Zona Especial Canaria (ZEC). El interés de la compañía noruega por las islas –informa entonces el Gobierno canario– había surgido a raíz de los contactos que el entonces presidente de la comunidad, Fernando Clavijo, había mantenido, en diciembre de 2017, con empresas del sector eólico marino que desarrollan su actividad tanto en el mercado nacional como en el europeo. Desde ese momento –explican desde el Ejecutivo canario–, los representantes de Equinor han mantenido múltiples encuentros de trabajo con el Gobierno de Canarias para concretar trámites y demás aspectos necesarios para la puesta en marcha del proyecto. El parque marino que proyecta Equinor, flotante, tendrá doscientos megavatios de potencia (200 MW). La empresa noruega conectó a la red continental su primer parque eólico marino flotante en 2017. Lo hizo en la costa de Escocia, y ahora mismo (y aparte del proyecto canario) trabaja en proyectos flotantes en Asia, Noruega y Reino Unido.
La segunda iniciativa offshore made in Spain es el prototipo Elican, también denominado Ingeniero MLRT (en memoria del ingeniero grancanario Mario Luis Romero Torrent). La máquina en cuestión, que lleva ya más de un año en fase de pruebas en el banco de ensayos de la Plataforma Oceánica de Canarias (Plocan), se encuentra a 1,3 millas náuticas de la isla (el prototipo fue construido en tierra firme y remolcado, flotando, hasta la zona de ensayos). El proyecto lo lidera la ingeniería grancanaria Esteyco, que ha desarrollado una solución de (1) fabricación en tierra de las torres de los aerogeneradores, que son de hormigón, y autoelevables (véase infografía); (2) transporte mar adentro de la torre con la turbina eólica ya instalada en su cima (transporte mediante naves convencionales); y (3) instalación y fondeo del aerogenerador en su ubicación final (sin necesidad de empleo para ello de grandes grúas marinas). Todo ello representa –aseguran desde la empresa– un ahorro del entorno del 30% en comparación con las soluciones convencionales. La turbina tiene una potencia de cinco megavatios.
Y, por fin, la tercera iniciativa offshore made in Spain es W2Power, un prototipo que es fruto del trabajo desarrollado por el consorcio Wip10+, que está integrado por las empresas españolas EnerOcean, Ghenova e Ingeteam y la británica Tension Technology International. El prototipo fue instalado la pasada primavera a 1,3 millas náuticas de la Punta de la Garita (isla de Gran Canaria), en las mismas aguas del banco de ensayos Plocan (acaba de concluir exitosamente la fase de pruebas). La singularidad de este prototipo es que es la primera plataforma flotante eólica con dos turbinas del mundo. El prototipo ha sido construido en el astillero Astican, en Las Palmas, por el consorcio Wip10+ (que está liderado por EnerOcean), tiene un peso de 40 toneladas y consta efectivamente de dos turbinas de 100 kW en torres de inclinación lateral. Según Ingeteam, “a gran escala, la plataforma puede ser instalada en profundidades de 35 a 300 metros”. La ingeniería vasca explicaba a mediados de junio que este no es sino “un paso más en nuestro posicionamiento en el sector offshore”. Ingeteam acaba de introducir en su catálogo una nueva gama de convertidores offshore de 5 a 15 megavatios (MW) que ha desarrollado “para alcanzar los hitos de reducción de costos que el sector eólica offshore requiere”.
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